ᴅᴀʀᴋ ʙʟᴏᴏᴅ || ꜰɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ [ᴠᴏʟ ɪɪɪ]

𝟶𝟷𝟻; ꜱᴛᴜᴅʏ ᴅᴀʏ

Finalmente es viernes, se podía sentir.

— ¿Vendrás? Así podemos estudiar juntos para los exámenes — seguía insistiendo mientras caminaba a la par con una sonrisa inocente.

Llevaba toda la semana insistiendo el que fueras a su casa para pasar el dia juntos y aprovechar para estudiar. Él no veía mejores planes que ésos: pasar el dia con su novia mientras estudiaban juntos.

— Sí, iré — resignada respondiste.

— ¡Genial! Entonces vamonos ahora — dijo con emoción mientras tomaba de tu mano y te llevaba hasta la salida de la escuela.

Caminaron con las manos entrelazadas hasta su casa mientras Sunoo hablaba animadamente sobre lo que había pasado durante su clase, pues al no ir en el mismo aula, siempre le gustaba contarte sus días cuando se iban juntos.

Al llegar saludaron ambos, quienes fueron correspondidos de inmediato.

— Huele delicioso — le murmuraste a Sunoo.

— Estamos haciendo galletas, ¿deseas ayudarnos? — propuso Jay riendo.

Sunoo te miró con una sonrisa pero se adelanto a responder antes de que lo hicieras tú.

— Lo siento, pero.... me la llevó — dijo mientras te tomaba de la mano para llevarte hacia las escaleras en gran velocidad — Debemos estudiar — gritó por último ya al final de las escaleras.

Cuando cerro la puerta, la habitación se lleno de risas incontrolables por parte de ambos, mientras se miraban complices de sus actos.

— Bien, ahora sí, a estudiar — dijiste mientras dejabas tu mochila sobre el suelo.

— Hay que dormir un ratito, hay tiempo — aseguró y acostado sobre la cama.

Negaste divertida — No. Debemos estudiar, ¿lo recuerdas? — reíste mientras tomabas uno de sus brazos para hacerlo sentar.

— Bien, bien, pero si me duermo a mitad del estudio, no va a ser culpa mía —

Sunoo se sentó sobre la cama sacando así un libro para comenzar a leer lo que debía estudiar. Tú te recostarse sobre sus piernas con el libro ya en manos.

La música era suave así que no los distraía en lo absoluto.

Después de algunas horas, no logró escuchar tu voz. Raro, pues siempre estabas hablando de cualquier cosa pero al parecer, realmente ese día ibas dispuesta a estudiar, eso pensó Sunoo, pero miró hacia abajo y logró verte durmiendo tan plácidamente. Una sonrisa apareció sobre sus labios que dejó un beso suave sobre  tu frente antes de acomodarse para dormir a tu lado, también.