Una visita

89 17 0
                                    

Y por supuesto que Jiminnie ha estado muy preocupado por mí mensajeando todos estos días sobre como va mi salud. Le he mentido un poco y le he dicho que estoy mejorando, pero la fiebre parece no irse y llevo día días sin comer. También le pedí que no viniera, ya que podría contagiarlo.

– Esta tarde iré y no me importa que te niegues - me dice seguro en la llamada

– En serio JiMin, no es necesario

– No es una pregunta, SeokJin, tengo que ver qué estás bien.

Son las 5 de la tarde, y JiMin debió haber salido hace una hora, por lo que no debe tardar en llegar. No me molesto en ducharme o arreglarme, independientemente de la confianza que tenemos él y yo para dejar que me vea así, tengo las piernas y brazos muy débiles para intentar ponerme de pie. La ducha de ayer me dejó más cansado de lo que ya estaba, y apenas y tengo fuerza para ponerme de pie, quizás como producto se la fiebre que no ha dejado se acecharme.

– Hay una llave en la maceta junto a la puerta - le indico a Jiminnie cuando dice que está fuera de mi casa, y es que levantarme a abrir supone un enorme gasto de energía  en estas condiciones.

JiMin no tarda en entrar y escucho sus pasos venir a toda prisa cruzando la casa. Abre la puerta de mi habitación y lo veo entrar apresurado con una cara de preocupación que me parece hermosa en él.

– Dios, Jin, estaba muy preocupado - dice apenas un poco más calmado cuando se da cuenta de que sigo vivo

– Lo siento Jiminnie, no quería preocuparte más

Él sonríe y se acerca a dar un caricia a mi mejilla y me sonríe de manera muy dulce mientras peina un poco mi cabello que debe parecer una maraña.

– Gracias por venir

– No vine solo, Jinnie

No entiendo a lo que se refiere hasta que lo veo asomarse por el marco de la puerta y jala a una persona de la manga.

Min YoonGi entra a la habitación sonriendo suavemente como siempre y en sus manos lleva un muy pequeño ramo de flores blancas con una nota que no puedo leer.

Dios, él luce tan guapo con su rompevientos negra y sus pantalones rasgados y yo simplemente estoy tirado con la pijama de hace 3 días.

Miro a JiMin un poco desconcertado (y ciertamente molesto) porque no me avisó que Min vendría, pude al menos haber intentado arreglarme un poco.

– SeokJin - dice YoonGi cuando llega al lado de JiMin. Me tiende el ramo mientras yo me incorporo en la cama. Quiero ponerme de pie, pero realmente me siento agotado.

– Ah, YoonGi, no debiste molestarte - mi cuerpo duele cuando me siento y me recargo en la cabecera y me muevo a penas un poco para tomar el ramo.

«Mejórate pronto, aún tienes muchos libros leer»

Escribe la nota en el presente. Sonrío.
Pero al mismo tiempo no puedo evitar sorprenderme de que me haya traído flores siendo que dijo que le parece extraño que un hombre le regale flores a otro.

Jimin se sienta a mi lado en la cabecera de la cama, y YoonGi va a sentarse al lado de donde reposan mis pies. Permanece en silencio, escuchando con la cabeza ladeada a JiMin hablar sobre su ocupado horario y que pronto tiene que irse a su práctica de baile.

De repente un movimiento en mis dedos del pie me hace sobresaltar un poco, y volteo a ver a Min que está acariciando mi pie. O eso pensé, pero más bien está acomodando mi calcetín. Él no me mira, solo se entretiene ahí, jugando con mis dedos sin levantar la vista. Luego coloca la sábana encima de ambos de mis pies cubriéndolos y sigue jugando pasando su mano por mi tobillo y hasta mis dedos.

Y luce adorable de alguna forma.

– Puedo ayudarte a darte una ducha rápida antes de irme - sugiere JiMin un poco apresurado

– Está bien Jiminnie, no te preocupes, prometo bañarme más tarde.

Él realmente tiene que irse y no quiero ser un estorbo para él, así que tengo que mentirle un poco en lugar de decirle que no tengo la suficiente fuerza  para ponerme de pie.

– ¿Qué hay de ti, Yoon?, ¿Te irás pronto? – pregunta el rubio al mayor.

– Tengo libre la tarde - explica subiendo los hombros y alejando su mano de mi pie. – puedo quedarme un poco más si Jin no tiene problema

Mi corazón se acelera un poco, emocionado.

Jimin se va al cabo de 10 minutos, me llena de besos la cara y me acaricia el cabello antes de irse. Me hace prometer que si no mejoro al día siguiente tendré que ir al médico, y le quiero tanto por detalles como ese.

YoonGi acompaña a Jimin a la puerta, entonces aprovecho para esconder su playera debajo de las cobijas porque no quiero que se la lleve aún.

Cuando vuelve, tiene el polo que le presté en sus manos, y lo coloca con cuidado sobre mi escritorio para luego volver a la cama sentándose donde Jimin estaba antes. 

– Lo lavé y lo traje para ti, mucha gracias Seokjin. Quién diría que serías tú quien se resfriaría y no yo.

Me acelera el corazón tenerlo tan cerca.

– Si, es gracioso, y no tienes que agradecer, lamento haberte hecho venir hasta acá para dejarlo.

– No solo vine por eso, quería ver cómo estabas y porque no habías ido al colegio.

Sus manos se acercan delicadamente a mí rostro, y cuando pienso que va a tocarme casi cierro los ojos, pero él solo acomoda algunos cabellos rebeldes que caen en mi frente y se pegan a mí rostro dejándolos a los lados para que no me estorben. Es tan dulce y delicado, mirándome desde arriba y peinando mi desastre de cabello.

– No quisiste decirle a Jimin que no tienes fuerzas para bañarte, ¿No es cierto? - dice colocando mechones detrás de mis orejas. Me asombra que haya podido leerme tan fácil, y sé que a él no puedo mentirle.

– Si, no quise preocuparlo. Además él tiene su práctica de baile y se cuánto le encanta el baile, no quería hacer que se la perdiera

– Eso haría un buen amigo. Pero SeokJin, realmente necesitas un baño, eso generalmente ayuda a que la fiebre baje un poco.

Niego con la cabeza, me duele mucho pensar en ponerme de pie y hacer un esfuerzo sobrehumano para solo tomar una ducha.

– Vamos, yo te ayudaré.

Y no puedo evitar sonrojarme sin imaginar a que clase de ayuda de refiere.

Me tiende la mano, la cuál tomo un poco indeciso. Me ayuda a ponerme de pie, y con cuidado me sostiene por uno de mis costados enredando mi brazo por sus hombros. YoonGi es pequeño y delgado, pero no parece ser débil en absoluto. Luego me acerca a dónde están mis chanclas de baño y con pasos cortos y torpes llegamos al baño con la puerta cerrada.

– ¿Necesitas ayuda para desvestirte? - pregunta un poco avergonzado. Yo le respondo que no, igual de avergonzado, pero de alguna manera el puede leerme de manera muy fácil.
Sus manos desabotonan la camisola de mi pijama sin retirarla, puedo ver cómo desvía la vista de mi torso desnudo un poco avergonzado. Levanta la vista, me mira a los ojos y sus rodillas se doblan un poco para tomar el resorte de mi pantalón y bajarlo hasta mis tobillos, donde toma uno de mis pies para terminar de retirarlo y luego hace lo mismo con el otro.
Su cara tan cerca de mí parte más sensible me pone un poco nervioso. Me retira los calcetines con el mismo cuidado.

– Estaré aquí afuera - explica cuando se incorpora con el rostro rojo hasta las orejas y me empuja dentro del baño.

Me recargo en la puerta  cerrada y no puedo dejar de sonreír como tonto al saber que Min, de alguna manera, se preocupa por mi.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐩á𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬 𝐲 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 ||𝐉𝐢𝐧𝐒𝐮||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora