Háblame de ti

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Yoongi

SeokJin es... Una persona muy interesante.

No estaba dentro de mis planes venir y ayudarlo con la ducha, pero verlo recostado en su cama, con sus rulos castaños hechos un desastre en su cabeza y las mejillas rojas por la alta temperatura, me hacían sentir que debía ayudarlo. Y él no luce mal, quiero decir, no para llevar 4 días en cama y estar descuidado.

Cómo hombre que soy, sé reconocer la belleza en otro hombre sin ser homosexual, y sé con seguridad que Jin es un hombre guapo.
Me enrabia un poco que sea más alto que yo, pero eso es algo que ni él ni yo podamos controlar.
SeokJin tiene una piel particularmente lechosa, muy joven y tersa. Sus mejillas se enrojecen con facilidad. Su cuerpo es delgado pero atlético y tiene proporciones muy bonitas en los hombros y la cintura. Su cabello es bonito, castaño claro y se enrosca es algunos lugares  enmarcando su bonito rostro, en donde por cierto posee unos labios prominentes y rojos como dos cerezas. Aunque ahora esos belfos están descoloridos por la enfermedad. Puede que Jin no haya comido en días o que realmente este bastante enfermo para lucir sin color.

¿Porque estoy describiendo a SeokJin tan detalladamente?

Cuando la puerta del baño se abre, un suave olor a miel llena la estancia junto con el vapor, probablemente su shampoo. Jin sale con una toalla envuelta en su cintura y otra en su cabello, dejando su torso descubierto. No tiene precisamente unos abdominales espectaculares, pero parece que se cuida.

Me mira con el rostro mojado, las pestañas llenas de rocio y de alguna forma ver su rostro sonrojado me pone nervioso

– Te llevaré a la cama, vístete rápido, el ambiente es un poco frío - le digo tomando su brazo y colocándolo detrás de mis hombros para darle algo de soporte. Dudo un poco antes de colocar mi mano en su cintura desnuda y mojada, él realmente parece débil o adolorido por su fuerte resfriado.

Lo coloco en la cama, donde él se sienta y tiembla un poco de frío mientras comienza a secarse.

–  Esperaré fuera - le digo saliendo de la habitación tratando de no quedarme mirando su pecho desnudo y su abdomen suave.

Muy probablemente lleva algunos días sin comer algún bocado decente, así que me tomo la libertad de  entrar a su cocina, la cuál encuentro limpia y sin rastro de haber sido utilizada los últimos días.
Me gusta cocinar y creo que lo hago bien, pero son muy pocas las ocasiones en que he cocinado para alguien más.

Preparo un poco de ramen con panceta de cerdo y hongos enoki, tardo apenas 10 minutos en cocinarlo y también pongo algo de agua a calentar en la tetera. Le prepararé un té de miel, limón y naranja para él, pero si no mejora será hora de ir al médico.
Jin no parece salir de su habitación, así que pasados 15 minutos le voy a dar una vuelta.
Toco la puerta, y él me responde con un sonido de asentamiento.

Entro.

Él está sentado en la orilla de la cama, mirando al suelo y temblando de frío, como un perrito mojado.

Mi corazón de repente se contrae ante la imagen tan inocente y pura que desprende y no puedo evitar sentir ternura por él.

– Oh Jin, ¿Tienes frío?

El levanta la cabeza y me mira tratando de esbozar una sonrisa pero hace más algo como una mueca.

Tomo la toalla de sus manos y me siento junto a él secando su cabello con cuidado. Él se deja hacer por mí, pero puedo darme cuenta ahora de que cualquier clase de contacto que tenemos provoca un sonrojo en él.

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐩á𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬 𝐲 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 ||𝐉𝐢𝐧𝐒𝐮||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora