Hogar

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La semana transcurrió bastante activa para mi, visitando constantemente a YoonGi en la biblioteca, hablando y llevándole comida de vez en cuando. El parecía un poco más sonriente desde la primera vez que lo vi, y parecía hablar más confianza también.
A veces iba a visitarlo en los recesos y lo encontraba leyendo tranquilamente en la biblioteca, así que me sentaba y el leía en voz baja para mí.

Otras veces no había tantas palabras de por medio y solo desayunábamos en el jardín, mirando las nubes y alimentando al pajarito que se había hecho amigo de YoonGi (porque a mí no me dejaba alimentarlo).

Cuando le dije a JiMin que YoonGi nos había invitado a cenar el pareció sorprenderse tanto como yo, pero no le desagradó en absoluto.

- Sinceramente nunca lo hubiera esperado - confesó cuando le dije sobre la invitación.

El viernes había llegado en un pestañeo, así que después se salir de la facultad quedé con Jimin de vernos a las 6 en mi casa.

- No se que ponerme hyung - me dijo por teléfono

- Te verás tan bonito como siempre con lo que sea que te pongas, Jiminnie.

Así que él terminó yendo con unos pantalones anchos de mezclilla, una camiseta blanca a juego con sus converse y un bonito suéter verde que lo hacía ver hermoso. Su cabello rubio estaba un poco esponjado y le otorgaba un aspecto más tierno que de costumbre. Yo opté por un pantalón café claro a juego con una chamarra igual, con una camisa color capuchino y unos tennis blancos. Mi cabello parecía estar más rizado que de costumbre y pensé en alaciarlo, pero JiMin decía que lucía muy bien así.

Compré algunas botellas de Soju en una tienda de conveniencia y JiMin compró unas flores porque no quería llegar con las manos vacías.

Eran alrededor de las 7:30 cuando llegamos el domicilio que YoonGi nos envió, y no podría decir quién estaba más nervioso, si JiMin o yo.
Toqué el timbre una vez, pero no hubo respuesta. Otra vez.
Un YoonGi vestido de camiseta blanca de manga corta con el pantalón fajado nos recibió en la puerta con una sonrisa que achinaba sus ojos.
La prenda, ceñida a su cuerpo resaltaba su cintura pequeña y sus caderas afiladas, YoonGi era tan atractivo, tan jodidamente atractivo y no parecía notarlo. Su cabello no estaba peinado como de costumbre hacía atrás, si no que caía naturalmente a los lados de su cara un poco más esponjado y rebelde.

- Pasen por favor - pidió sonriendo y dejándonos pasar a su pequeños departamento.

Era realmente un pequeño departamento, de un solo piso pero era de hecho bastante bonito.

Atravesamos el recibidor y llegamos a una pequeña sala, con 2 sillones blancos y una pequeña mesa de centro llena de libros. También había varios libreros alrededor de la habitación, llenos de libros y muchas plantas. Al lado de la sala estaba un pequeño comedor para 4 personas, cuadrado y color avellana. Casi pegada al comedor estaba la cocina sin separación, en donde había una nevera pequeña, una estufa, dos alacenas y viveres sobre las gavetas.
Las paredes de toda la casa eran color crema y había múltiples cuadros pegados a nuestro alrededor. Al fondo de la pieza había 3 puertas blancas cerradas, lo que pensé que sería su habitación y quizás el baño, aunque no se me ocurrió otro uso para la tercera. Dos ventanas grandes dejaban pasar luz a la casa, pero ahora estaban cerradas con dos cortinas color café. Era una pieza pequeña pero no por eso desarreglada o fea, al contrario, parecía bastante acogedora y cálida.

- Por favor, tomen asiento, la comida estará lista en un rato más

Nos sentamos en el sillón para dos personas y YoonGi tomo asiento frente a nosotros.

- No sabía que te gustara tanto el arte - le comenté mirando las piezas que no podía comprender del todo alrededor

- En realidad no coloqué esas piezas yo mismo

𝐄𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐩á𝐠𝐢𝐧𝐚𝐬 𝐲 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐬 ||𝐉𝐢𝐧𝐒𝐮||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora