La salida con mis padres salió bien, toda la cena estuvimos hablando de negocios, también los padres decidieron invitar a un par de amigos a que nos acompañarán. Se quedarían una temporada sin irse de viaje para estar atentos a los cambios que tendrá la empresa, me alegraba eso hace tiempo que no los tenía tan cerca de mí y podía tener la oportunidad de poder pasar más tiempo con ellos.
Aunque la cena se volvió incómoda cuando mi madre notó que tenía impregnadas algunas feromonas de omega. No les dije nada y solo le di a entender que estaba empezando a salir con un chico, no quería anunciar frente a un grupo de desconocidos qué esperaba un hijo de un omega qué no quería ser marcado por mi, tendría que buscar un mejor momento para el anuncio.
Ahora mismo estaba fuera de la cafetería para hablar con Mariana, hoy tenía muchas cosas que hacer en el trabajo pero hice un tiempo libre para poder venir a entregar las cosas.El día de ayer cuando se fue enojado se olvidó de todo lo que el doctor le recetó y yo me quede con sus medicamentos sabía que eran importantes.
No tenía su número para poder mandarle un mensaje, salí de mi coche y tomé la bolsa con las cosas.
Eran las seis de la tarde, estaba oscureciendo poco a poco, no sabía si me encontraría con Mariana pero era el único horario en el que estaba libre y aun así tenía que regresar a la oficina a terminar mis pendientes.Entre a la cafetería, el lugar estaba un poco lleno y había una pequeña fila esperando a que les tomarán el pedido, entendía por que había mucha gente y la temperatura iba bajando mientras anochecía. Tal vez había sido el peor momento para estar, sería mejor volver aún más tarde, había una personas tomando los pedidos y otras dos qué se encargaban de hacer el café pero no veía a Mariana.
Estaba a punto de irme pero mire a mi lado izquierdo encontrándome con la imagen de Mariana y ese chico que vi alguna vez con él fuera de la cafetería. Camine en dirección a ellos qué mantenían una conversación amena.
— Buenos días, perdón por meterme en su conversación. — Me disculpe porque los había asustado a los dos por mi repentina interrupción.
— ¿Qué haces aquí? — Hablo molesta la sonrisa que tenía hace unos segundos, ahora solo me miraba con enojo.
— No estaría aquí si a alguien no se le olvidara el tratamiento que le dio el doctor. — Le mostré la bolsa qué llevaba en la mano, trataba de hablar claro para que su acompañante me escuchara porque podía reconocer a un alfa desde lejos. — Ayer se te olvido en el coche y el médico dijo que esto es muy importante para el... —
Mariana se levantó de inmediato a taparme la boca con su mano. — Gracias, ayer me fui de prisa y no me di cuenta. — Tomó la bolsa revisando qué todo estaba en ella, yo me enfoque en observar al chico con el que estaba sentado, Mariana se dio cuenta de esto y comenzó a hablar. — Los presento, Slime el es Foolish un amigo desde hace años. —
— Un gusto...— El chico extendió su mano con una sonrisa en su rostro para saludarme pero yo lo pase por alto.
— Tengo que hablar contigo, podemos ir a otro lado es importante. — Ignore a ese chico enfocándose en Mariana. — No será mucho tiempo. —
Salí de la cafetería caminando a mi coche, sin esperar a que Mariana se negara.
Caminé a mi coche y Mariana me seguía por detrás hasta que me detuve.
— Gracias por traer las cosas... — Dijo en forma avergonzada tal vez actuaba así por lo ocurrido ayer en el coche.
— Dame tu número. — Saqué mi celular para dárselo. — Vine aquí sin saber si estarías descansando o trabajando, así podemos tener una mejor comunicación anotando tu número. —
— Si, esa es una buena idea. Siento haberte hecho venir hasta aquí, debes de estar ocupado. — Mariana comenzó a escribir su número y yo me acerqué a él.
— Entonces ese tal Foolish es la razón por la que me quieres mantener alejado. — Mariana se sorprendió al escuchar mi afirmación y más porque mis labios estaban cerca de su oreja. Hablaba en un tono bajo como si tratara de que nadie escuchara nuestra conversación. — Luces muy tímido cuando estás con él. — Iba a tomarlo de la cintura pero Mariana me alejó.
— N-o sé de que h-ablas. —
— Y tu amigo sabe que estás esperando un hijo de un alfa con el que te acostaste una vez. — Volví a colocar mi mano en su cintura ahora con éxito. — Ahora entiendo por qué me odias tanto, fui el que arruinó todo tu romance.
— Eso no es cierto, él no me gusta. — Cada vez que decía esto miraba a otro lado, tratando de evadir la verdad.
— Entonces por qué sueltas tus feromonas tan descaradamente con él, no creí que fueras así de descarado. — Desde que estuve frente a ellos notaba un olor a lavanda intenso pero se perdía un poco por el olor a café qué había en el lugar.. — Si yo no aparecía le pedirías a ese chico que los dos formarán una linda familia para que él te marcará. —
— No tienes idea de lo que hablas. — Conforme hablamos fui dando algunos pasos provocando qué Mariana quedará entre el coche y mi cuerpo.
— Ese chico es un estúpido, teniendo a un omega como tu dispuesto a todo, debe de ser un completo cijego si no se dio cuenta. — Mi mano fue a su cuello pasando suavemente. — Tuviste que ir a buscar a un alfa como yo para saciar tus necesidades. — Nuestros labios estaban cerca y sin importar que alguien nos pudiera ver lo bese.
Yo tenía el control del beso siendo un poco lento, no quería apresurar el momento y él se apartó de mi asustado. El estaba quietas sus manos aun sosteniendo mi celular, lo único que movía eran sus labios, solté mis feromonas tratando de que fueran sutiles. Nos separamos por la falta de aire y le di un último beso corto en sus labios qué tenían un tono rojizo.
— Podría seguir así pero creo que a ti te deben estar esperando y yo tengo mucho trabajo. — Pero Mariana no se apartaba de mí, seguía acercándose notaba que estaba relajado y en otro momento me habría alejado. Tal vez eran los efectos de que mi hijo creciera en su interior, mis feromonas inevitablemente lo tranquilizaba. Lo tomé de las mejillas con cuidado. — Tengo que irme recuerda cuidarte mucho y comer bien por nuestro bebé, pero te mandaré un mensaje para que guardes mi números o por si me necesitas ... —
Y Mariana se apartó rápidamente poniendo su mano en mi pecho. Tome mi celular y el se alejo sin decir nada, mis feromonas podrían afectar mucho pero tal vez le avergonzaba tener que aceptarlo.
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Instant Family
FanfictionDespués de meses de soñar con el mismo chico por fin lo tenía frente a mí, comencé a sentir la necesidad de tenerlo entre mi brazos y jamás soltarlo. Era un sentimiento tan asfixiante, no entendía como ese lindo chico de gafas provocaba tanto en mi...