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Terminé de bañarme, hoy desperté demasiado tarde, toda la noche la pasé con Mariana platicando de cosas triviales y viendo la serie de Succession, mi despertador fue el que me despertó anunciando qué ya era tarde.
Había dejado muchas pendientes de ayer para hoy, comencé a vestirme lo más rápido que podía dentro del baño, Mariana seguía dormida y no quería despertarlo por hacer ruido.

Al terminar comencé a arreglar mi cabello tratando de no verme despeinado. Saludé el baño y me di cuenta que Mariana ya no estaba acostada en la cama, la habitación tenía una mezcla de nuestras feromonas, la cama estaba desordenada y había ropa por todos lados, tendría que venir más tarde a hacer limpieza. Salí a buscar por la casa a Mariana gritando su nombre, preocupado de que se sintiera mal hasta que lo encontré en la cocina.

—Buenos días, perdón por los gritos pero pensé que podías sentirte mal. — Reducí nuestra distancia para quedar a unos centímetros de él, estaba preparando algo de desayunar.

—Buenos días, me desperté porque comencé a tener mucha hambre. — Mostró una sonrisa que me contagió el ánimo. —Perdon por saltar tu refrigerador. —

—Puedes tomar lo que tu quieras. — Terminó de preparar un omelette de huevo y lo sirvió en un plato extendido.

—Entonces antes de que te vayas desayuna conmigo. —

Mariana tomó las cosas qué tenía a la mano para llevarlas a la mesa, yo lo seguí desde atrás. Nos sentamos los dos para comenzar a comer.

—¿Tienes mucho trabajo hoy? — preguntó el omega qué seguía concentrado en su desayuno.

—Si, tengo algunas juntas. — Hable vagamente de mi trabajo por que si empezaba a pensar en todo lo que tenía que hacer rompería este momento de tranquilidad. —¿Irás a trabajar? ¿Ya estás mejor? —

—Creo que no iré a trabajar, ya estoy mejor, creo que el bebé está muy relajado así que me tomaré un descanso. —

— Si quieres puedes quedarte aquí. — Trataba de ser lo más inexpresivo posible tratando de ocultar la emoción que me generaría qué se quedará más tiempo en la casa.

—Me quedaré un poco más descansando, si me lo permites me quedaré en tu casa un poco más. — Comencé a examinar sus expresiones pero él evitó mi mirada. —Pero tengo que ir por ropa a mi casa. —

— Podrías tomar de mi closet. — Anoche hablamos muy superficialmente sobre tomar la decisión de mudarnos juntos, tal vez ahora sería bueno hablar de eso si estás bien. — Y sobre lo que hablamos ayer... sobre tal vez vivir juntos. —

— Es algo que pensé y creo que podría mejorar mi salud estar a tu lado. Desde hace algunos días no podía dormir por las náuseas y si tienes claro qué quieres esto, acepto. —

Son qué yo lo pidiera evitar en mi rostro se dibujó una sonrisa enorme qué nada ni nadie podría borrarla durante todo el día.

—Yo estoy feliz de que hayas aceptado mi propuesta, no te arrepentirás. — Quería ir a su lado y colocarlo en mis brazos como lo hicimos en la noche pero no creí que fuera apropiado tenía que aprovechar para ganarme su corazón.

—Solo te digo que esto es temporal, es lo mejor para el bebé y cuando nazca ya decidiré qué hacer. — Todo se volvió frío cuando terminé la frase poniendo una distancia entre los dos pero a pesar de su frialdad yo no borré mi sonrisa.

— Y quería preguntarte algo.. —Cambie de tema antes de que se volviera más tensa la conversación.

— Si, puede hacerlo. —

—Mis padres quieren conocerte, aun no les digo que tu y yo estamos esperando un bebé porque quería preguntarte si no te molestaba. — Agarre un pedazo más de omelet y lo lleve a mi boca, mientras esperaba la respuesta de Mariana.

—Tu estas en todo el derecho de compartir esto con tus padres, yo aun no se los he dicho por que viven lejos y no tenemos una gran comunicación— Mariana se sincero conmigo compartiendo algo tan íntimo como eso. Iba a hablar para tratar de mostrar empatía pero él siguió. —Ellos son abuelos de este pequeño que viene en camino a pesar de lo que pase. — Algo me quedaba claro de esto y es que el tema sobre sus padres era algo complicado, lo mejor sería no hablar de eso.

— Lo hablaré con ellos, y una última cosa. En unos días se celebrará el lanzamiento de un producto de la empresa y por ello habrá una fiesta. Me gustaría que me hicieras el honor de acompañarme.

—No se si esto sea correcto, una cosa es decirle a tus padres pero frente a tanta gente...

—Piénsalo para mi sería un honor qué pudieras ir y te podré presentar a mis padres pero si no te sientes cómodo será después. — No quería que se sintiera agobiado, ya había aceptado muchas cosas el día de hoy.

—Es que creo que ese es tu círculo social y no quiero afectar. —

—Lo entiendo, la fiesta no es tan importante así que no te sientas mal por negarte. — Había acabado de desayunar, levanté mi plato. —Es hora de irme, ya voy demasiado ajustado para llegar a tiempo. Nos vemos en la tarde, espero que sigas aquí aún. —

— Sí aquí estaré. —

—Entonces descansa, si necesitas algo tómalo. — Camine a mi cuarto con lo que necesitaba llevar a la oficina y cuando estuve listo salí. — Adiós. —Abrace a Mariana dejando qué algunas feromonas salieran porque estaría en la oficina, no quería que volvieran las náuseas lo mejor era prevenir y después me hinque para estar a la altura de su abdomen coloque mis manos en su cintura. —Adiós bebé, te quiero mucho. — Le di un beso para después abrazar a Mariana.

Instant FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora