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Camine a la cocina, no encontraba por ningun lado a Slime y me preocupaba por no tenía ni idea si había llegado bien a la casa. Volví a llamar a su celular pero no habia respuesta, era la tercera llamada qué me mandaba a buzón.

Tomé una sudadera y salí a la calle a tratar de averiguar en donde estaría él . Sabía que era una tontería pero es que no podía más con el temor de saber que podía estar herido.

Sabía el nombre de su compañía y podría primero ir a ese lugar a preguntar si lo habían visto. Tomé un Uber y le indique al lugar que quería ir y durante el camino le mandaba mensaje a Slime tratando de obtener una respuesta.

También hable con Roier para avisar que faltaría al trabajo el día de hoy y que el se quedaría a cargo.

Al llegar al gran edificio me sentí mal por haber tomado la desiciones de venir hasta aquí, no sabía a quien preguntar por Slime. Sin darle tantas vueltas entre al lugar, el lobby del lugar era bastante lujoso al igual que impecable.

Había demasiadas personas que iban de un lugar a otro, todos me veían raro y ahora entendía el porque, todos estaban luciendo lindos trajes o vestidos qué iban de acuerdo al lugar. Y yo estaba luciendo una sudadera, un short con unas calcetas blancas y mis Vans. Me sentí avergonzado pero no le di mucha importancia, camine hacia la recepcionista que hablaba con un chico alto con cabello ondulado.

Me pare detrás de él tratando de no escuchar la conversación que tenían. Después de unos minutos el chico le agradeció a la recepcionista y se hizo a un lado revisando su celular.

—Buenos días, bienvenido a didjwhwudjs en que puedo servirle. — La omega qué estaba frente a mi hablo mientras me veía de arriba a bajo.

—Buenos días, quería preguntarle si sabe si Slime esta trabajando... — Mis manos me sudaban, no era muy bueno para hablar y menos bajo la mirada de la recepcionista qué me juzgaba.

—¿Tiene alguna cita con el señor Slime? — Hablo inmediatamente.

—No, yo solo quería... — Pero la chica me interrumpió.

—Sin cita no puede pasar a hablar con el Señor Slime.

—Podría dejarle solo un mensaje diciendo que Mariana vino a verlo.

—¿Y quien es usted? Viene de alguna compañía o es algún socio. — Seguía cuestionando y estaba a punto de contestarle cuando el sujeto qué hace un momento estaba hablando con la omega me tomo del brazo.

—Asi que tu eres Mariana. — El alfa también me miró de arriba a bajo. —Ahora entiendo todo. —Hablo con una sonrisa en su rostro.

Yo no entendía nada pero el parecía conocerme o al parecer conocía mi nombre.

—Perdón por hablarle de repente yo soy un amigo y socio e Slime. Mi nombre es Wilbur.

—Mucho gusto Wilbur, mi nombre es mariana aunque ya sabias eso.

—Slime me a hablado todo sobre ti, por eso al escuchar tu nombre no quise perder la oportunidad de poder conocerte. — Tenía una sonrisa en el rostro pero no sabía si definirla como de amabilidad. Me avergonzaba saber que Slime hablaba de mik con sus amigo haciendo que mi rostro qje calentara.

—Vine aqui por que anoche Slime no llego a la casa y estaba un poco preocupado. — Por reflejo lleve mi mano a mi vientre qué desde la mañana había sentido un poco de dolor.

—El está bien, anoche fue una gran noche para él y decidió beber, bailar un poco pero se paso de tragos se quedo en la casa de un amigo. — Sin poder evitarlo sentí una punzada en el corazón, pero ni quise tomarle importancia.

—Sabes en donde esta él ahora.

—Si, está en una junta.

Sería mejor volver a la casa y no darle más importancia a esto. —Muchas gracias por decirme esto, ahora tengo que ir a trabajar antes de que se haga tarde.

Menti dando una excusa para salir de ese lugar. — No hay de que, cuando quieras puedes venir yo te ayudaré. Pero parecía qhhe estabas buscando con urgencia a Slime, ahora mismo el y yo nos reuniríamos en un restaurante para hablar. Podrías acompañarme y encontrarte con él.

—Tengo muchas cosas que hacer... — Volví a excusarme.

—Insisto, además me gustaría conocer  más a la persona que carga en su vientre al hijo de mi amigo.

Sin estar convencido acepte pero no por Wilbur, algo dentro de mi me pedía a gritos poder saber como estaba Slime.

—Esta bien, acepto.

—Ven, bajaremos al estacionamiento y te llevaré al restaurante.

Los dos caminamos hasta el estacionamiento y después fuimos aun restaurante que solo lo había visto en un par de artículos donde hablaban de lo exclusivo y delicioso que eran los platillo del lugar.

Nunca había estado ni cerca de poder algún platillo como esos, entramos al lugar donde me sentía aun más un bicho raro por que todos estaban vestidos con l etiqueta del lugar.

El menú estaba completamente en francés, agradecía haber estudiado gastronomía y ver demasiados videos sobre platillo de diferentes parte del mundo.

Pedí un fuagra de pato, durante la comida solo restaba qué llegaría Slime y pudiera intervenir. No tenía nada encontrá de Wilbur parecía un gran sujeto pero lo que necesitaba ahora era poder verlo.

Wilbur hablo durante toda la comida interrogando todo sobre mi vida, yo contestaba de manera corta no sabía die él era de confianza.

Después de media hora que para mi fue eterno por fin llego Slime qué venía escribiendo en el celular sin darse cuenta de mi presencia o la de su amigo.

—Lo siento por llegar tarde pero... — Se detuvo cuando me miró sorprendido, yo lo salude con la mano. —, Mariana no sabía que estabas aquí.

Su tono era más de molestia, no entendía su actitud.

—¿Por que estas aquí? — Lucía enojado, creí que sería direfente, pensé que al verme me mostraría esa linda sonrisa que lo caracteriza.

—Nos encontramos en la recepción de las oficinas, escuche que estaba preguntado por ti deosues escuche su nombre y me di cuenta de quien era.

—¿Y por que lo invitate a este lugar? — Recrimino a su amigo, yo comencé a sentirme mal sabía que esto era un error el haber aceptado la propuesta. — En este lugar me conoce todo el mundo, qué

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