La Luz De Mi Reina (Saga Tu Luz # 3)

Capítulo: 3

La imagen de fondo del capítulo es nuestra bella y empoderada Enika.

Enika.

Me remuevo algo incómoda sobre la cama, y al tratar de sentarse u otra cosa enseguida me doy cuenta que estoy maniatada, así que abro los ojos de para en par, viendo borroso al principio pero aclarandose luego.

¿Dónde mierdas estoy?

Detallo que estoy en una especie de recámara muy sencilla con una pequeña cama, closet y nada más

Me sacudo tratando de liberarme sin éxito alguno, y de la nada un torrente de recuerdos golpea mi mente, lo que me hace jadear de dolor.

Por la Diosa, el maldito vampiro se atrevió a secuestrar me, ¿pero porqué?

Ya nada nos une, a menos que sea tan miserable y me haga pagar el que lo halla rechazado.

Ese pensamiento me eriza la piel, nada bueno saldrá de esto.

Decido dejar de moverme así porque saldré más lastimada que si me estuviesen apaleando.

Agradezco que Selene me halla dado a beber la pocima para mantener mi enfermedad a raya, y este me durará unos seis meses y algo.

Miro el techo con expectativa, y es que por alguna razón no siento miedo como debería al saberme cautiva de mi ex mate, Vladimir Volkov.

Quizás sea que estoy cerca a mi fecha de caducidad...

Me medio enderezo cuando siento la puerta abrirse y por este entra en todo su poderío e imponente figura, mi ex mate que me mira con sus helados ojos azules con una expresión que juro por la Diosa, no le entiendo.

Sé que le aborrezco pero debo reconocer que es un hombre bastante atractivo de piel blanca tirando un poco a pálida, aunque creo que es cosa normal dada su naturaleza.

Es alto más o menos de metro noventa y algo. Con un cuerpo atlético, lleno de músculos donde deberían estar, y eso es lo que se marca en su traje negro sin corbata así que deja a la vista un pecho fuerte.

Me obligo a no mirarle tanto ya que este me arqueó una ceja con burla.

Maldito...

__¿Porque rayos me has secuestrado? ¿Que le hiciste a Dalto? Acaso quieres iniciar una guerra ¿o qué?

__Verborreo ansiosa reacomodando me en la cama, ahogando un jadeo de dolor porque se ha prensado la soga a mis muñecas tras mi espalda.

Noto que el chupa sangre rueda sus ojos azules con fastidio y yo bufo irritada.

Para dar un gritico de sorpresa cuando en un movimiento rápido e imperceptible para mí ya mis muñecas estaban libres.

Yo aún aturdida por su atrevimiento y clara muestra de misericordia me acaricio mis doloridas muñecas que ya tienen marcas rojizas y violetas.

Y como mi piel no es sensible, nótese el sarcasmo.

__No creas ni por asomo que he sido compasivo contigo porque estás errada...Solo quiero que puedas usar tus manos para hacer lo que te ordeno.

<<Y con respecto a que haces aquí, pues simple, a tu Diosa Luna le pareció genial de darme una mate de segunda oportunidad y esa eres tu de nuevo
Ah y tu perro demonio, él está bien, enjaulado dónde no podrá dar aviso de rescate para ti>>

__Confiesa el Rey Vampiro relajado para tensar la mandíbula cuando ve a la humana comenzar a reírse sin parar rodeando su estómago con sus delgados brazos.