La Luz De Mi Reina (Saga Tu Luz # 3)

Capítulo: 11

Capítulo dedicado a una de mis más fieles seguidoras @SaraGonzalezsalas este es para ti 😘😘                         
                         

                              Enika.

Me encuentro en la privacidad de mi nueva y lujosa habitación, la cual me da la seguridad de poder devolver el estómago sin que nadie se dé cuenta.

Esta maldita enfermedad me atacó justo en este momento. Aunque en estos meses la pócima ha echo su trabajo, ya la misma está empezando a perder el efecto.

Por eso es que los síntomas de la enfermedad están tomando fuerza.

Me sostengo del lavamanos tratando de levantarme, el cuerpo me tiembla, y me es difícil mantener mi peso en mis piernas.

Suelto un suspiro cansado en el momento que mis piernas me responden.

Me desnudo metiendo me a la bañera, abriendo el grifo donde el agua cálida recorre mi cuerpo.

Media hora más tarde me siento mejor y con ganas de comer algo.

Por lo que me visto con un jeans ajustado color negro con una sudadera rosa.

Recojo mi pelo rojizo en una coleta alta despejando mi cara libre de maquillaje.

Desde el primer momento que me secuestraron, dejé de tener privilegios.

Lo bueno es que ahora poco a poco estoy recuperando lo que fui, lastima que esta enfermedad me recuerde lo frágil que soy como humana.

Mejor no pienso más en eso porque suficiente dolor padezco ante la idea de saber que fui una tonta pagada de si misma, la cual se condenó a si misma junto con su loba a perder a nuestro mate.

Yo perdí mucho más, ahora más que nunca me odio a mi misma por haber sido tan tonta.

Es totalmente mi culpa todo lo malo que me sucedió por soberbia.

Por mi terquedad perdí a mi mate y a mi loba Athea.

Diosa como la extraño.

__¿Enika estás bien?

__Pregunta la voz dulce y preocupado de la Regordete, logrando que la aludida la enfoque.

__Eeh, si sí, estoy bien Dana...No más extraño mucho a mi familia.

__Respondo apenada limpiando mis lágrimas.

No sabía que estaba llorando, pero supongo que ya he suprimido demasiado mis sentimientos.

Por esa razón es que no puedo evitar llorar acá en la cocina.

Tanto fue mi llanto al recordar la conversación que tuve hace unos días con mi mate en su oficina que me fue inevitable derrumbar me:

Al estar por completo a solas con mi mate en su oficina hacía que mis nervios se disparasen, a lo que me obligo a serenarme.

Él me hace una seña de que me siente en la silla frente a su escritorio donde mi mate se sienta del otro lado.

La verdad es sumamente incómodo ahora que sé la verdad. Y entiendo su forma de tratarme porque lo condené sin escuchar razones u cualquier otra cosa, y es solo mi culpa.

Ver cómo sus ojos azules destilar tanto desprecio por mi, me duele pero lo acepto no puedo esperar un lecho de rosas, ya que no es así.

Miro como se reclina en su asiento y clava sus pozos azules en mi.

Eso me causa un estremecimiento.

__Serás mi esposa, mi mujer...Pero lo serás solo de papel, es decir tu único deber será aparentar.