PRÓLOGO

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En el mundo existen muchas creencias. La raza humana siempre busca la lógica para calmar su miedo a lo desconocido. Creen en distintas cosas y se dividen en todo. En raza, en nacionalidad, en religión, en género. Pero hablemos del tema más polémico del mundo y donde la humanidad causa conflicto por querer afirmar hechos de quién tiene la razón o cual es la verdad.


La Biblia. El libro sagrado que contiene la palabra de Dios.


Con solo decirlo enciende la polémica donde quiera que se mencione. Es claramente uno de los libros más controversiales en la época moderna; aunque quizás no tanto por su contenido como por las acciones de algunos que la interpretan.


Pero en esta ocasión, el protagonista no es el bien. Hablaremos de uno de los personajes más odiados por el mundo y lo que conlleva estar en su espeluznante e imponente presencia.


Isaías 13-14, antiguo testamento.


Los capítulos 13 y 14 de Isaías, al igual que el capítulo 10, contienen profecías sobre la destrucción de un país que había conquistado al pueblo del convenio del Señor. En Isaías 10 la profecía se refería a Asiria, la nación que conquistó al Reino del Norte. Los capítulos 13 y 14 hablan de Babilonia, la nación que conquistó a Judá aproximadamente entre el 600 y el 588 a. de J.C. La antigua Babilonia fue uno de los imperios más ricos y más mundanos de la historia; en consecuencia, el Señor utiliza el nombre Babilonia como símbolo de la gente que se concentra en las cosas del mundo y como imagen que contrasta con Sión y el cielo. La destrucción de Babilonia que se profetiza en Isaías 13 simboliza lo que sucederá a los que luchen contra el pueblo de Dios y a aquellos cuyo corazón está en las cosas del mundo en lugar de las de Dios. Isaías 14 se refiere más específicamente al rey de Babilonia, a quien Isaías compara con Lucifer, o Satanás. Gracias a lo que está escrito en ese capítulo, aprendemos más sobre la forma en que Lucifer se convirtió en Satanás y sobre lo que les sucederá a él y a sus seguidores.


Y aunque esa fue la primera aparición de Lucifer en la biblia, viajemos un poco entre su historia e indaguemos en su creación.


Dios creó a Lucifer, el más completo querubín de la creación; era más bello y más excelso que todos los serafines, querubines y ángeles creados en ese momento. Esto sucedió mucho antes del origen del hombre en manos de Dios. Este querubín era el protector y sacerdote del Santuario de Dios en el Cielo cuyo nombre fue Lucifer, Ángel de Luz. Sus vestiduras eran puras piedras preciosas: cornalina, carbunclo, zafiro, diamantes, oro, en fin. Lucifer habitada en el Edén, pero no el de Adán y Eva, porque antes de que habitasen los primeros hombres en el Jardín del Edén, este sitio era de puros minerales, es decir no era un jardín vegetal. La tierra en su inicio era como un diamante refulgente, lleno de piedras preciosas y brillaba de una manera impresionante hacia el universo.


Ahora bien, no vine a contarles la historia de este ángel como está en dichas escrituras. Ya conocemos su historia por los mortales, ¿Pero que pasa si te digo que cuando Lucifer cayó en la tierra no fue por la razón que todos conocemos?


Está no es la historia de un héroe, es la del ángel villano al cual el mundo le dio la espalda y su padre lo desterró a su propio infierno.


El lucero, hijo de la mañana, ha caído del cielo ante los pies de la creación más hermosa de la tierra. Una mujer de carne y hueso, tan amarga y dulce a su vez como el azúcar y el veneno. Alguien alguna vez le dijo que tuviera cuidado con los pecados mortales, porque una vez que muerdes el anzuelo, no podrás escapar. Aunque está vez, nadie le advirtió que la presa podía cazar al cazador.


Entre su desdicha, se ve envuelto una vez más entre pecados y placeres, entre sentimientos y amargos recuerdos. En la ciudad de Acrocia al norte de Oskolia, se ha desatado un peligro que lo acecha desde lo más profundo del umbral. Aquel lugar que dicen que alguna vez fue cubierto por el calor de sus alas.


Quizás en esta ocasión, pueda volver a ser la esperanza y el lucero entre la negrura de un corazón que está lleno de dolor.


Tal vez, el diablo también puede amar.


EL DIABLO TAMBIÉN PECADonde viven las historias. Descúbrelo ahora