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- ¡Tú!... Eres esa mujer a la que llaman Cuervo... - Mikasa quedó inmóvil con su mano a centímetros del picaporte.

- El que calla otorga, Cuervo. Date la vuelta lentamente. - La chica suspiró profundamente y se volteó, hasta quedar de frente al hombre. - Eres sólo una jovencita... Mejor no te opongas, saldrás de aquí bajo nuestra custodia y enfrentarás a la justicia en la superficie.

Mikasa vio la oportunidad que había esperado desde hace mucho. Saldría de ese asqueroso lugar, aunque irónicamente eso significara perder su libertad. Aún así, trataría de hacer aunque sea algo bueno, después de todo lo malo que había hecho bajo el mandato de Jefe M.

- Con que soldados. Tiene razón, yo soy Cuervo. - Mencionó la Ackerman con un semblante inexpresivo.

- Pertenecemos a la Legión de Reconocimiento. No es usual que hagamos este tipo de trabajos, pero... tu jefe y tú lo ameritaban.

- ¡Oh!. Me siento halagada...
Escuche, uno de mis principales objetivos era acabar con la vida de ese maldito de Jefe M y ya lo hice. Ahora, sólo me falta algo por lograr.

- ¡Vaya!... Un giro repentino de la situación...  ¿Por qué razón traicionarías a tu jefe?. - Preguntó Zacharius.

- Aunque no lo crean, podría escapar fácilmente ahora, si quisiera... Te mataría a ti, a esa mujer que viene por allá y a sus hombres,  sin problema. - Mike se puso alerta ante esa frase amenazante y Mikasa continuó.

- ...Pero tranquilos, iré con ustedes, con la única condición de que desmantelen este asqueroso burdel y rescaten a todas las chicas que están allí atrapadas. Todas sufrimos la misma suerte, pero quiero que al menos ellas puedan salir con bien y ser libres de aquí. Hay unas 20 chicas ahora.

Mike la veía sorprendido y hasta incrédulo, pero no podía negar que lo que escuchó de ella concordaba con la poca información que tenían hasta ahora.

- Sí. Incluso, les daré toda la información que deseen. Ya no me importa. - Prosiguió Mikasa, aunque trataba de hablar con seguridad, en su interior estaba nerviosa por la incertidumbre.

- Bien. Supongo que podemos cumplir tu petición. Todo quedará en manos del Comandante Erwin una vez lleguemos a Trost.

- ¡Oye Mike, que tanto coqueteas con esa chica!. ¡El enano encontró al tal Jefe M sin vida!. - Dijo en voz alta la mujer de cabello castaño que llegaba hasta ese lugar donde conversaban.

- Sí, ya se... Al parecer ella lo mató. Es a la que andábamos buscando, la tal Cuervo. - Respondió Mike, mientras señalaba a la chica de ojos grises.

- ¿¡Qué!?. ¡Vaya... te ves muy amenazante!. Al menos nos ahorraste algo de trabajo, niña. - Hange detuvo su plática, mientras observó fijamente a Mikasa por un momento para luego susurrar -  Sí que me recuerda a...

Encuentro inesperado (LeviMika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora