Levi, Furlan e Isabel son 3 hermanos y compañeros viviendo en la ciudad subterránea, luchando por sobrevivir un día a la vez. No los unía la sangre, pero eran lo único más parecido a una familia que tenían.
Poco a poco se hicieron más conocidos por...
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- ¿Uh?
- ¡Que demonios!. - Exclamó Armin, luego de que la tierra se estremeciera por un momento.
- ¿Ha sido un terremoto o qué?. - Se preguntaba Mikasa algo nerviosa.
- Vayamos a echar un vistazo. - Tras decir eso, Eren salió corriendo antes que sus amigos.
No podían creer lo que veían, una enorme y aterradora cara humeante se asomaba por el borde de la muralla. Mikasa tenía casi 15 años cumplidos a esas alturas y ya había experimentado el evento más difícil de su vida, hasta hoy.
Ahora corría por las calles viendo gente aplastada por restos de la muralla que ese titán había destruido. Además, otros titanes más pequeños entraban por la apertura del muro.
Los chicos trataban de llegar hasta su hogar, pero en la multitud, Mikasa fue separada de Armin y Eren. Se desorientó por un instante, hasta que sintió que alguien la tomó por el brazo.
Intentó zafarse de inmediato, pero sintió como una mano puso sobre su rostro un pañuelo empapado en algo. No supo que más ocurrió luego de eso.
...
Un dolor de cabeza despertó a Mikasa en un lugar oscuro. Al parecer había durado bastante tiempo inconsciente, estaba dentro de una especie de habitación con muy poca iluminación, sobre un catre muy desaliñado.
No entendía nada, hasta hace poco estaba con Eren y Armin, los titanes aparecieron, vio muchos ciudadanos de Shiganshina muertos y ahora estaba allí. Inmersa en sus confusos recuerdos, escuchó como unos pasos se acercaban al otro lado de la puerta y se detuvieron justo allí. Un par de hombres que jamás había visto entraron a la habitación luego de eso.
- Al fin despiertas. ¿Cuál es tu nombre?
- Mikasa...
- ¿Sólo Mikasa?. - El hombre lo sabía, sólo quería sacarle algunas palabras.
- Mikasa Ackerman.
- Al menos mi segundo intento por traerte no fracasó. Puedes llamarme Jefe M, así me conocen en este lugar.
- No entiendo qué ocurre. ¿Quién es usted?. - Mikasa lo veía nerviosa, mientras el hombre caminaba lentamente hacia ella.
- Hace un año aproximadamente envié a unos tipos por ti y tu madre. Lamentablemente eso no fue posible, pero no pude quedarme de brazos cruzados. Tuve que investigar durante un tiempo hasta dar contigo. Aunque no contaba con que justamente la muralla María caería el mismo día.
- Entonces, ¿Eres el culpable de que mis padres hayan muerto en manos de esos idiotas?. - El tipo asintió, sonriendo con malicia.
- Así son los negocios niña. No era mi plan que tu madre muriera. Eso fue culpa de ese imbecil. Al menos tenía que recuperar algo de inversión. Pagarían mucho por tus "servicios" aquí abajo.
