11. Hablemos

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Si tuviera que describir en una palabra lo que sentía en ese entonces sería: incomodidad.

Mikasa estaba inquieta, enojada, triste, preocupada y sin ganas de hablar con nadie. Aún no podía creer lo que había ocurrido el día anterior en esa oficina. Lo peor de todo, es que ni ella misma se entendía.

- ¿Por qué me afecta tanto lo que ese enano haga o diga?

Sabía que esa actitud no era lo que la caracterizaba. Últimamente no se sentía ella misma en muchos aspectos.

Levi estaba igual o más preocupado por la situación. Se enfrentarían a su posible muerte al día siguiente y aún ni siquiera había podido sacarle a Mikasa una simple conversación.

Tenían una plática pendiente, desde aquel día en que se encontraron con Kenny. Además, con lo que pasó el día de ayer, entendía que debía disciplinarla al ser miembro de su escuadrón.

Odiaba esos enredos. Levi no estaba acostumbrado a tratar con ese tipo de situaciones, mas deseaba tratar de enmendar las cosas. Poco a poco entendía que había exagerado con su indiferencia y distanciamiento de la chica, aparentemente injustificada para ella.

Levi se sentía impaciente. Había intentado encontrarse con Mikasa, pero la muy astuta lograba evitarlo.

La chica se escabullía cada vez que lo veía. Incluso Armin le informó que el capitán la había solicitado en su oficina, más ella no hizo caso. Simplemente estaba enojada y si lo veía así, la pelea sería mucho más seria. Su mente agobiada por ello y lo que ocurriría al día siguiente, la tenía estresada.

Deseaba desaparecer un rato junto a Isabel, charlar tranquilamente con ella mientras degustaba algún dulce. No quería tener que soportar más enanos prepotentes.

Sin embargo, aún no lo lograba. No podía evitar que su corazón se acelerara cuando lo veía a lo lejos, cuando escuchaba su voz, cuando lo veía sobre su caballo, el día anterior en esa oficina mientras estaba reclinado sobre el escritorio... No recordaba si se había sentido así anteriormente por culpa de alguien más.

Mikasa estaba al fin sentada, en un pequeño banco en uno de los jardines del cuartel. Se encontraba algo alejado y un poco resguardado, detrás de algunas plantas y arbustos.

Era un día hermoso y Mikasa trataba de absorber esa energía para sosegarse. Suspiraba tratando de poner en orden sus pensamientos.

Levi caminaba con Furlan luego de una reunión y un rato después, se separaron. El capitán creyó que al fin tendría suerte. Después de todo, estaba viendo a la escurridiza Ackerman sentada allí en el jardín, poco visible por la cobertura de esos arbustos.

Él pensaba que si tuvo la suerte de hallarla justo ahí, en ese momento, era por algo. Sin dudarlo, se acercó a ella. Nervioso y sin saber exactamente qué decirle o por donde empezar.

- Nunca pensé que serías tan escurridiza, Ackerman.

Esa voz sorprendió a Mikasa, quien se había llevado un pequeño susto.
Pensó que tendría un rato de paz, al menos. Ahora su corazón amenazaba con explotar y no sólo por la impresión. Suspiró profundamente tratando de ocultarlo.

- Ve al grano o lárgate.

- Mocosa insolente, tengo días tratando de hablar contigo. Me debes algunas explicaciones... ¿O acaso ya lo olvidaste?
¿No me digas que ya no recuerdas lo de Kenny?

- No. Sólo no estoy de humor para eso justo ahora.

- ...Además, te tengo preparado tu castigo por tu indisciplina y falta de respeto de ayer. - Agregó Levi, cruzándose de brazos.

Encuentro inesperado (LeviMika)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora