Capítulo 8: Angelina

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Desconocido

Señales de él se hacen presentes. Crea un caos en tu cabeza y poco a poco te está manipulando para que pienses que él es el elegido y realmente no sé que pensar.

Me estuve cuestionando muchas cosas ¿está bien lo que estoy haciendo? Poco a poco estoy cayendo en el pecado solo para que él no se quede contigo.

Él no es tan malo realmente. Solo es un hombre enamorado, así como yo.

Sinceramente a veces siento un poco de pena y lastima por él. Al final de cuentas él y yo éramos inseparables ¿Y qué paso? ambos nos enamoramos de ti.

Nos enamoramos de ese perfecto ángel. De ese hermoso ser.

Un ser puro y de luz. Inocente y perfecto.

Eres la segunda creación de Dios más perfecta.

Lucifer y yo ya habíamos tenido conflictos desde antes, pero eran cosas simples.

Lucifer estaba desobedeciendo. Estaba conociendo su propio valor y eso nos molesto. Pero el hecho de que el támbien se enamorara de ti fue lo que hizo que ambos explotaramos.

Lo expulse del cielo, lo desterré de aquí. Ya que yo tenía más poder que él.

Dios lo mandó al inframundo y así él se convirtió en el rey de las tinieblas.

Pero aun así el amor entre ustedes dos pudo más.

Tú te escapabas del paraíso para ir a verlo. El cambiaba de forma y se infiltraba aquí.

Ambos hicieron todo lo posible para poder estar juntos.

La envidia y el coraje me ganaron. Le conté todo a Dios y tú también fuiste expulsada del cielo.

Yo no iba a dejar que tú también terminarás en un lugar tan horrible como el inframundo, así que le pedí a Dios que te diera otro castigo.

Él accedió y por eso te concedió la vida eterna en el mundo de los humanos.

No hay peor infierno que el de los humanos ¿No es así? Eso era lo que tu siempre decias.

Tú los odias porque destruyen todo, entonces Dios te dio ese castigo. Ser humana por toda la eternidad.

Y ahora estás aquí. Viviendo una vida que no te llena, que no te apasiona.

En ninguna vida te habías parecido tanto a tú yo del pasado, hasta que llegó esta. Tu personalidad y tu físico son tan parecidos. Haces que me enamore mas.

Te estaré cuidando y observando a través de mis ángeles ya que yo no puedo intervenir personalmente. No quiero cometer otro pecado más.

No quiero que Dios termine decepcionado de mí como lo hizo con Lucifer.

Pero verte hace que quiera romper todas las reglas existentes. Lo único que quiero es tenerte entre mis brazos y cuidarte de todo mal.

¿Por qué nos aferramos tanto a una persona con la que nunca tuvimos nada? ¿Por qué la queremos a nuestro lado aun sabiendo que nunca nos mostró señales de interés?

Siempre tratamos de romantizar aquello que nunca fue.

"¿Por qué me duele tanto?" Me pregunté varias veces. Llegué a la conclusión de que me duele porque lo nuestro quedó en el "que hubiera pasado" y lamentablemente el hubiera no existe.

¿Y si realmente me enamore de una idealización que hice de ella?

Miles de preguntas inundan mi cabeza cada vez que pienso en ella y en él.

Entre ángeles y demoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora