Capítulo 6

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Trunks, después de recoger su mochila de deporte, salió de casa de sus padres, voló hasta el edificio donde vivía. No estaba muy lejos de Capsule Corp. hasta el punto que su edificio se podía ver desde la terraza de la casa y viceversa.

No tardó en llegar ni cinco minutos. Una vez en frente, en vez de aterrizar y entrar por la puerta principal del edificio, entró por una de las ventanas del salón comedor. No era la primera vez que lo hacía y no sería la última.
Cruzó por la mitad del salón, entre el gran televisor a su izquierda y la mesa pequeña a la derecha junto al sofá de cinco plazas, tras este, una mesa de comedor con seis silla a juego y pasó por al lado de la puerta abierta de la cocina para llegar a la habitación, pero antes de alcanzar su meta, escucha a Mai llamarlo.

~ ¡Trunks! ~ salió de la cocina cuando le vio pasar por delante de la puerta ~

Él se tensó como si fuera un niño esperando el regaño de su madre. A ella no le gustaba que entrará por las ventanas, él lo sabía. Ya era suficiente que supieran que en el edificio viviera el presidente de la mayor corporación del mundo para que ahora le vieran volar.
Aunque algunas personas ya les habían vistió utilizar la técnica del bukūjutsu, todos creían que era un truco, excusa que se inventó Mr. Satán cuando no entendía los poderes de, su ahora, familia y ahora servía para protegerlos.

~ ¿¡Otra vez por la ventana!? ~ se cruza de brazos ~ Para ti no existen las puertas ¿verdad?

~ No es eso ~ se gira para mirarla ~ Venía volando y hubiera tardado más en llegar. ~ acercandose a ella ~ Tendría que haber buscado un sitio para aterrizar, ir hasta la puerta, subir por el ascensor y luego llegar hasta nuestra puerta. ~ pone sus manos en la cintura de su novia ~ Hubiera perdido mucho tiempo y tenía muchas ganas de verte.

~ Bien jugado ~ rodea el cuello de él con sus brazos ~ ¿Cómo lo haces? siempre consigues aplacar mi enfado.

~ Es mi secreto ~ acercando su cara a la de ella dándole un corto beso en los labios ~

~ Venga, ves a ducharte tú primero mientras yo acabo lo que estaba haciendo, sino llegaremos tarde.

~ O para que eso no pase ... ~ se acerca a su oído ~ podrías acompañarme. ~ empieza a besarle por debajo de la oreja ~

~ Trunks, para ~ poniendo sus manos en el pecho de su novio para separarse y mirar a sus ojos azules. ~ no hay tiempo para eso.~ si continuaba de esa forma sabía como acabarían ~

~ Siempre hay tiempo. ~ siguiendo con los besos ~

~ Hay que limpiar la cocina, recoger la habitación... ~ poniendo la cabeza hacia un lado. Sus acciones contradecía a lo que decía, pues le es muy difícil no sucumbir ante él ~

~ Deja de ser tan sería y de pensar...

~ ¿Cómo una mujer de sesenta años? ~ dijo adelantándose a él y se separa dándole la espalda ~ No puedo evitarlo. Mi mente sigue teniendo esa edad.

~ No iba a decir eso. ~ le abraza por la espalda ~ Cuando me lo contastes te dije que no me importaba, solo me importa el ahora y si te pasó eso fue por el...

~ Destino.~ dijeron los dos a la vez ~

Trunks le cogió de la mano, tiró suavemente de ella para estar seguro de que le quisiera seguir y ella se dejó llevar, entraron en el cuarto de baño y cerraron la puerta tras ellos.

Ella se acordaría toda su vida de esa palabra, destino, la que le dijo en el momento de su confesión, él también lo guardaría para toda su vida.

Fue en una excursión que hicieron el último año de secundaria de tres días y dos noches.
Caminaban por la orilla de la playa en compañia del ocaso que anunciaba la llegada de la noche, el agua de las olas que rompían en la orilla les mojaba los pies. En uno de esos momentos Trunks la hizo detenerse, ahí, en ese lugar y con esa luz de un tono de color anaranjado, le pidió que fuera su novia.

Antes de que te vayas                                              TrupanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora