Narrador Omnisciente.
Los cuatro jóvenes se encontraban durmiendo plácidamente en sus habitaciones, después de una larga noche.
Siempre hacían lo mismo, desde que estuvieron en Italia y luego de la muerte de Mía, lo único que hicieron allí fue beber, y beber, de hecho, ambos gemelos siempre llegaban ebrios hasta el punto de perder su conciencia.
Ambos sabían lo que hacían, pero, no les importaba, se drogaban cada vez más, bebían, mataban, etc.
Su vida se había vuelto peor de lo que era por así decirlo, no les agradaba ya vivir así, el corazón de ambos estaba roto, quebrado, ver morir a aquella persona que amaron y inventaron estupideces para enamorarla, los dejo completamente mal.
Siempre llegaban a casa desvelados, ya que no sólo por el efecto del alcohol, si no porque intentan buscar algo de ella.
Desde que la bajaron de la avioneta a Mía y la dejaron allí, no lograron saber nada de ella.
Lo último que pudieron ver, fue verla ahogarse con su propia sangre, escupiendo bruscamente esta.
Ambos gemelos creían y se ilusionaban con que iban a encontrar algo sobre ella, que algo iba a aparecer.
Cada vez perdían más la fé, en encontrar una sola pista, sabían que había muerto, pero ellos no querían aceptar aquello.
Los dos jóvenes Gustav y Georg, hacían lo mismo que ellos, no bebían en exceso como lo hacían ambos gemelos, pero estaban seguros que algo iba a aparecer de aquella castaña, no sabían que podían encontrar, pero sabían que lo lograrían.
Por más que muchos amigos de los gemelos intentarán conseguir que ellos los escuchen de que aquella mujer estaba muerta, ellos no podían aceptarlo.
Oye Tom, despierta- dijo Georg acercándose a la habitación de el trenzas.
¿Qué mierda quieres?- preguntó el de trenzas sentándose suavemente en su cama.
Levantate, ya pasó mucho tiempo desde que duermes- dijo Georg intentando que este se levanté.
Déjame en paz- respondió Tom acostandose de nuevo en su cama.
Levantate, es muy tarde para seguir durmiendo- dijo Georg examinando con su vista la habitacion de este.
Había ropa tirada por todas partes, la mayoría de sus sábanas estaban sucias y por el piso, esa habitación era una completa suciedad.
Tom se levantó de su cama balbuceando, estaba cansado al igual que su gemelo, después de la noche de ayer.
Tom, esto es un completo desastre- dijo el peli largo.
¡Déjame en paz Georg!- respondió gritando el de trenzas.
¡No debes gritarme de esa manera!- dijo el de pelo castaño de la misma manera que el de trenzas.
Se nota que tu y Bill además de ser hermanos son gemelos- dijo el de lentes acercándose a la habitación, al igual que el de pelos parados.
Toda la casa dejo de ser un ambiente tranquilo, y se tornó en una zona de gritos y peleas, cosa que normalmente sucedía, era algo matutino.
Ninguno se soportaba al otro, Gustav y Georg sabían el dolor que estaban sufriendo ambos gemelos, ellos también lo sufrían, les dolía aquello, pero, los cuatro tenían sentimientos y debían respetarse entre si.
¿Hoy se cumplen cinco meses?- preguntó Bill, quien hizo que la casa deje de ser un caos de gritos.
Cinco... cinco meses desde que se fue- dijo el de trenzas reflejando su mirada en la pared de su habitación.
ESTÁS LEYENDO
𝗟𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝘂𝗲𝗹𝗲𝗻. ; Tom And Bill Kaulitz
Fanfiction"𝗔ú𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗮𝗿." "¿𝗘𝗹𝗹𝗮 𝗲𝘀𝘁á 𝘃𝗶𝘃𝗮?"