𝗢𝗻𝗲, 𝘁𝘄𝗼, 𝘁𝗵𝗿𝗲𝗲, 𝗟𝗲𝘁'𝘀 𝗿𝘂𝗻! [017]

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El mañana de la carrera había llegado y mis ganas de correr, eran pocas.

No había dormido las horas que debía dormir pensando en el hijo de puta de Petter, y no dormí por pensar en los gemelos.

Ya había llegado la hora de correr, mis manos sudaban, quería ganar, necesitaba ganar.

Necesitaba demostrarles que la que fue una "apuesta", puede patearles el trasero hasta en una carrera (Ya que cuando corría con los gemelos, siempre terminaban ganando ellos).

Y ahí los vi, siendo manoseados por diferentes Italianas y algunas ¿Coreanas? No lo sé, ni quería saberlo, ver el como los tocaban me repugnaba, me daban ganas de vomitar.

Lo peor es que se dejaban, y me miraban, me estaban mirando.

Y llegó la hora, la hora de hablar de la cierta apuesta que me jugó Gustav.

Me acerqué a ellos, a los gemelos manoseados, ambos me miraron con el ceño fruncido y las prostitutas esas, con asco.

Les juego una apuesta- dije mirándolos.

Ambos se rieron y me miraron.

¿Tú? ¿Una apuesta? ¿Con nosotros?- dijo Bill riendo.

Sí, si yo ganó, me dan diez mil dólares, si ustedes ganan, les doy veinte mil dólares- respondí sonriendo con malicia.

Ambos me miraron riéndose, bien, iba a ganar veinte mil dólares, diez de Gustav y diez de los gemelos.

Cariño- dijo Tom jugando con el piercing de su labio- No queremos dejarte pobre- respondió riendo, a lo cual su gemelo también lo hizo.

No me llames de esa manera imbécil, ¿Tienes miedo que una mujer te gane?- pregunté desafiandolo.

Juego yo primero contigo- respondió Tom mirándome seriamente.

Perfecto trenzitas- respondí tirando de una de sus trenzas mientras me dirigía a Gustav.

Gustav me miró, y Georg me miró con el ceño fruncido.

¿Qué carajo acaba de pasar?- pregunto Georg riendo.

Nada, sólo una apuesta que estoy jugando con los gemelos y Gustav- dije sonriendo.

¿Por qué no me invitaron?- dijo Georg ofendido.

Bien, sólo di cuanto dinero apuestas por quien gana, si Mía o...Los gemelos- dijo Gustav mirando a Georg.

¿Los gemelos y Mía corriendo?- dijo Georg riendo- Oh, ¿Es en serio?- pregunto creyendo que lo que decíamos era mentira.

Si y voy a ganar- dije sonriendo.

Si ganas, te doy diez mil- dijo Georg mirando.

¿Treinta mil dólares acumulados? ¿Alguien más quiere correr contra mi?

[...]

El momento había llegado, me tocaba la primer carrera con Tom, el maldito idiota de Tom.

Veia a este fumando, recostado en el capó del auto, con dos mujeres toqueteandolo.

Cruzamos miradas y me dedico una sonrisa coqueta, y yo simplemente aleje la mirada, era un completo idiota.

Bill Kaulitz Pov;

Saber que Mía iba a correr con nosotros lo volvía excitante y curioso, sabíamos que ambos íbamos a ganar, pero no nos importaba el dinero, nos importaba ella.

Mujeres nos manoseaban y no alejaban sus manos de nosotros, pero yo solo imaginaba que aquellas manos eran las de ella.

Me dirigí hasta Mía, cambiando el premio de la apuesta, tenía planificado algo mejor.

𝗟𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝘂𝗲𝗹𝗲𝗻. ; Tom And Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora