𝗝𝗲𝗮𝗹𝗼𝘂𝘀𝘆 𝗮𝗻𝗱 𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿 [014]

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Mía Pov:

Nuestros labios estaban unidos, se movían suavemente y se sentía el sabor a tabaco en ellos.

Mi mente estaba colapsando, eran muchos sentimientos mezclados que no sabía cuál aceptar.

Puse mis manos en su pecho y lo aparte de mi cuerpo fuertemente, mientras este me miraba con una sonrisa.

No sabía cómo estaba mi rostro ahora, no había reacción y expresión alguna, sólo sabía que quería abofetearme por a ver dejado que haga eso.

Este se acercó nuevamente, pero en ese instante mi cerebro entró en razón, pero mi garganta no.

No podía formular una palabra, nada podía salir de mis labios, mi garganta estaba seca y tenía un nudo en ella.

Vete- respondí sin más, sin saber que estaba haciendo.

¿Qué?- preguntó Tom con una sonrisa, confundido.

Dije que te vayas- respondí nuevamente.

Podía ver como su sonrisa desaparecia de su rostro, y se volvía en una de decepción, su cuerpo quedo paralizado, al igual que el mío.

Sin pensarlo dos veces este me miró y empezó a caminar hasta la puerta.

Se que lo que hice te gustó- respondió este, egocéntrico.

No dijo nada más, y abrió la puerta, para salir de esta.

Mi cuerpo quedo estático y mi cabeza daba vueltas.

Me mire en el pequeño espejo que estaba colgado en la pared.

Podía ver mi pelo alborotado, mis labios hinchados, y mi camisa algo arrugada.

¿Por qué me había dejado tocar de esa manera?

¿Por qué deje que mis labios se unieran de esa manera con los de el?

¿Por qué mis sentimientos hacia el se empezaban a desesperar por ambos?

Tom Pov:

Me sentí rechazado al ver como ella se quedó quieta sin reaccionar a aquello.

No me sentía bien después de eso, sentía que quería drogarme sin parar, quería verla a ella junto a mi de nuevo, quería sentir el gusto de sus labios otra vez.

Estaba tal vez loco, pero no me importaba, ella causaba eso en mi.

Sabía que mi hermano estaba igual que yo, o incluso peor, estábamos ambos necesitados de ella.

Cinco meses sin ella fueron una eternidad para nosotros, no algo fácil.

Escuchar sus palabras quebradas al decir "Vete" podía sentir que no lo quería decir, ella solamente no quería sentir que su corazón se estaba enamorando de monstruos.

[...]

Tom, debemos hablar entre todos, avisale a Mía- dijo mi gemelo.

Ve tú, no quiero saber nada de ella- respondí furioso.

¿Qué carajo paso ahora?- preguntó mirándome con el ceño fruncido.

Bill hablaba como si nunca ella hubiese estado en coma, como si no hubiese desaparecido por cinco meses.

No paso nada- mentí.

No le iba a responder a mi gemelo "Me bese con ella", sabía que iba a estar mal, y también intentaría besarla.

Algo paso y no quieres decírmelo, Tom, soy tu gemelo- respondió este mirándome.

Y claro que sabía que eres mi gemelo, por eso no quiero lastimarte.

𝗟𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝘂𝗲𝗹𝗲𝗻. ; Tom And Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora