𝗦𝗼𝗻𝘀 𝗼𝗳 𝗯𝗶𝘁𝗰𝗵𝗲𝘀 [010]

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Narrador Omnisciente:

Gustav y Georg estaban en la avioneta, intentando conectarse con los gemelos, pero la señal estaba perdida.

Luca y Mía estaban recostado durmiendo juntos, sin saber que estaban haciendo ambos jóvenes.

Los gemelos por su parte, estaban alegres al enterarse de aquella noticia que había endulzado sus oídos.

Como festejo bebieron, tanto que quedaron sin conciencia.

[...]

Mía tenía aquel sueño de ver la cara de ambos otra vez, estaba tan, feliz.

Ya estaba siendo visto el amanecer.

Cinco horas habían pasado, ya la avioneta estaba por aterrizar, en aquel patio de la mansión grande y lujosa.

Con el freno golpe que había sucedido al aterrizar Mía y Luca se habían despertado desesperados.

Georg y Gustav bajaron de esta, algo apurados, pero en cuanto intentaron hablar con los gemelos, los guardias habían llamado a estos.

Luca y Mía se quedaron dentro, y sintieron como unas fuertes manos los tomaban a ambos.

Uno de los hombres que parecían ser los guardias, tomaron a Mía del brazo y le colocaron la bolsa que estaba descansando en el suelo.

¡Sueltenme!- dijo Mía intentando soltarse.

Cayese señorita- respondió el guardia, quien sólo estaba haciendo su trabajo.

La tomaron y la llevaron a tropesones, sentía que se iba a caer, ya que estos se movían más rápido que esta y sus piernas estaban dormidas.

No sabía si Luca estaba con ella, o donde lo habían llevado.

Por otra parte, los gemelos estaban preparados, se habían puesto su ropa formal de vestir, y veían como el guardia traía a aquella mujer.

Ellos no sabían que quien estaba siendo tomada fuertemente y quien estaba apunto de sufrir sería la persona por la cuál lloraron estos últimos cinco meses.

Mía Pov:

Podía sentir la respiración de ambos gemelos, tal vez ellos sabían que era yo y no iban a hacerme daño por no a verlos buscado antes.

Sueltenla- podía escuchar la voz gruesa y firme de Tom.

Se notaba que había bebido, que estaba mal, pero a su vez feliz, su voz estaba más gruesa y ronca de lo normal.

Los guardias me soltaron de ambos brazos.

Me tomaron fuertemente del cabello uno de los gemelos, no podía diferenciar cuál de ellos era.

Al parecer Tom me había soltado y uno de los guardias al parecer me había tomado.

Sentía como empezaban a guiarme hasta otro lado, a una habitación.

De pronto mi cuerpo sentía como clavaba algo en mi piel, una especie de jeringa.

¡No!- dije balbuceando mientras mis ojos se cerraban lentamente.

Mis brazos se durmieron y el agarré para ellos fue más fácil y fuerte.

Después de al parecer diez minutos, sentía mis manos y pies amarrados, en un fuerte nudo.

¿Dónde Carajo estoy?- dije susurrando, podía sentir mi garganta seca y mi cabeza aún cubierta con aquella bolsa de tela.

Escuche el ruido de una puerta abrirse, escuchaba susurros y pasos hasta mi fuertes y gastados acercándose hacía mí.

𝗟𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝘂𝗲𝗹𝗲𝗻. ; Tom And Bill KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora