Mía Pov:
Los Ángeles, 17:30 p.m.
Estábamos caminando sin sentido con Luca, nos estábamos yendo a su casa, pero sentíamos pasos cerca.
Estaba con el arma recargada y ambos estábamos abrazados a la mochila y la bolsa.
Gire mi cabeza con la arma en mi cadera, viendo como no se encontraba nadie.
Nos dimos la vuelta, tal vez nosotros estábamos nerviosos, Luca también los escuchaba y nos miraba los ambos.
Sentí como empezaban a ponernos unas bolsas en la cabeza, casi dejándonos sin aire.
Movía mis manos desesperadas intentando safarme del agarré, pero estos eran más fuertes que yo.
Suelt-ame- dije quedándome sin aire.
Sentía como mis ojos se cerraban, desmayandome.
Podía sentir como estos me sostenían de los brazos y me levantaban para subirme a un vehículo.
[...]
Cuatro, cuatro horas habían pasado, sentía como las muñecas me dolían, me ardían.
Estaban atadas fuertemente, no podía desatarlas.
Luca, Luca- dije intentando escucharlo.
No veía nada, la bolsa seguía en mi cabeza.
Mi- dijo intentando decir mi nombre pero lo caye para que no lo escucharán.
Luca- dije gruñendo para que se diera cuenta que no diga mi nombre.
Alisha, ¿Estás bien?- preguntó.
Si, ¿Tú?- pregunté.
Si, lo estoy, ¿Donde estamos?- preguntó desesperado.
No lo sé- dije intentando desatarme.
Mis piernas dolían, estaban retiradas y atadas, mis muñecas las sentía Rojas, me empezaba a doler la cabeza y no podía liberarme.
Cierren la puta boca- dijo una voz reconocida para mis oídos.
¿Qué mierda?- dije susurrando al escuchar aquella voz.
¡Qué te calles!- dijo el otro hombre gritando.
¿Dónde est-amos?- preguntó Luca tartamudeando.
Viajando a Italia, ahora cayense- dijo el otro hombre, aquella otra voz, esa voz se me hacía parecida a Gustav, pero no creería que ellos hagan todo esto.
¿O si?
Dos voces se me estaban siendo reconocida, cuando salí del baño vi a un hombre de cabello largo y otro rubio con cabello corto, estábamos dirigiéndome a Italia...
¿Acaso ellos eran Gustav y Georg?
Gustav Pov:
Estábamos en aquella avioneta en la que debíamos volver, no sabía quienes eran los que habíamos secuestrado, sólo a uno conocia, a ese chico de ojos verdes.
Sentía una voz familiar, sentía que la mujer pelirroja que estaba subida a la avioneta era una voz tan parecida a Mía.
Gustav, siento que la mujer tiene una voz parecida a alguien- dijo Georg susurrando en mi oído.
Pienso lo mismo Georg, siento que la conozco- respondí.
¿Y si ella?...- preguntó Georg con intriga.
No, no, no puede ser- dije casi tartamudeando.
Es la voz parecida a ella y estaba en Los Ángeles, ¿Quién más podría hacer?- dijo Georg obvio.
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𝗟𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗱𝘂𝗲𝗹𝗲𝗻. ; Tom And Bill Kaulitz
Fanfiction"𝗔ú𝗻 𝗹𝗼𝘀 𝗮𝗺𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝗲𝗻𝗴𝗼 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗮𝗿." "¿𝗘𝗹𝗹𝗮 𝗲𝘀𝘁á 𝘃𝗶𝘃𝗮?"