XVIII

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Nadie la había dicho que por mi culpa nuestra hija casi muere, que casi.. muere gracias un descuido mío.

Varias lágrimas salían de mis ojos.

-Habla maldita sea- dijo en un tono que me heló toda la sangre-

-Zafiro casi muere- digo bajando el mentón que es subido bruscamente hacia sus ojos por su mano-

-¿Que demonios paso?- estaba molesto, veía en sus ojos el gran esfuerzo que hacía por contenerse-

-Por culpa de un descuido mío, estaban jugando a la orilla de la piscina y yo hablando con Kiara y-y-y se cayó corrí y como pude la saqué, sentía que perdia a mí bebé- digo llorando el solo me observaba analíticamente-

No decía nada me seguía mirando hasta que porfin soltó eso que quería oír pero que en verdad sabía que no era cierto.

-No fue tu culpa- dijo dando pequeñas caricias en mi cabello-

Me tranquilice un poco porque de verdad quería escuchar decir eso de su boca pero sabía que no era cierto que si fuera estado más pendi...

Sus labios atacaron los míos posesivamente con deseo, sus manos recorrían mis glúteos.

-No sabes cuánto te extrañaba- dice volviendo de nuevo a mi boca-

Quitaba desesperadamente su correa hasta que me detuvo.

-Hay que cerrarte esas heridas pequeña- dijo- Y aún no porque te puedo lastimar-

-Di simplemente que te produce asco y listo- digo molesta-

-Ya deja el berrinche me haces el favor- se estaba empezando a molestar-

-Sabes que te produzco asco y listo porque o si no...

-¡Joder que no!-ruge molesto- Si te tuviera asco no se me parara el pito cada vez que pienso en ti, no tendría una maldita erección como un maldito adolescente puberto justo ahora- camina hasta la gaveta y saca el kit de primeros auxilios-Jamas te podría tener asco porque eres la madre de mis hijos-dice poniéndome de espaldas a él lavamanos y empezando a desinfectar-

Me dolía sentía cada herida arder.

-Claro solo por ser la madre de tus hijos- digo indignada-

-No solo por eso por ser la maldita mujer que me trae loco desde que la conocí hasta ahora-dice-

Una estúpida emoción me estaba llenando, de alguna manera me gustaba que lo dijera.

-¿Y porque estás con ella?- le pregunto refiriéndome a Andara-

-Ya estás preguntando demasiado- dice-

Había curado rápidamente mis heridas y ya estaba terminando de cubrirlas.

-Per

-Pero nada, espero que con eso que te dije sea suficiente momentáneamente pronto sabrás todo- dice el algo ladillado- Ahora, ¿Puedo dormir con mi mujer y mis hijos?-

-No, no te lo mereces- digo-

-Si no me dejas dormir con ustedes no cumpliré más tus caprichos- dice el con una sonrisa divertida-

-Yo no tengo caprichos- digo está jugando en mi contra—

—Sí sí los tienes, bueno siendo más claro no te volveré a comprar helado a las tres de la mañana— dice él sonriendo divertidamente—

—Ey con mi helado no te metas— digo señalando lo con mi dedo índice— Te toca la orilla y si no me abrazas te tumbare de la cama—digo—

—Ayudame a vestirme—digo—

Este paso la bata de ceda por mi cabeza.

—Voy a ver una película con los niños ¿Vienes?— pregunto—

—No me daré una ducha iré a solucionar algunos problemas y vengo—dice él— El viaje salió mejor de lo que esperábamos hasta volvimos antes y bueno tengo que dar las órdenes en el cuartel para que empecemos a trabajar pasado mañana a primera hora— dice en su voz se oía cansancio—

—Bien— digo algo decepcionada—

—Ey veré si puedo volver rápido no te pongas así— dice dando un pequeño beso en mis labios y empieza a quitarse la ropa—

—No he dicho nada— digo—

—Tu boca no mostró tu decepción pero tus ojos sí— estás fueron sus palabras antes de meterse a la ducha—

Estaba bueno, me lo comía con la mirada, estaba lleno de tatuajes y con una semi erección.

—Toma una foto así te sirve para cuando no esté— dijo el sonriendo—

—Si tanto insistes— digo saliendo del baño a buscar mi teléfono—

—Mami apúrate para que decidamos si Ariel o cars— dice zafiro—

—Ya voy— digo tomando mi teléfono—

—Llegue daddy— digo y este me mira—Bueno sonríe— digo y este me miraba serio no se creía que en verdad había ido a buscar el teléfono—Sonrie o saldré con esta fina bata a por un baso de agua haciendo que todos vean mis pezones— no se veían pero si se dibujaban a través de ella tela—

Este estaba ya fastidiado y sonrió, era una sonrisa sensual y pícara que hacía que mis bragas se mojaran.

—Bueno gracias por sus servicios— digo saliendo—

—Veremos Cars y luego Ariel, Ariel la hemos visto más de diez veces y Cars no la hemos visto ¿Si?— les pregunto a los niños y estos dicen que si—

Apague la luz y nos acostamos, ellos en una cama extra grande que estaba justo al lado de la mía.

Damon salió vestido con solo un chándal de cuadros y se acostó a mi lado abrazándome.

Los niños estaban emocionados de que su papá estuviera allí y este dijo que mañana tendrían una sería conversación y estos estaban en su cama serios y con miedo.

—¿No que tenías cosas que hacer?—le pregunto arqueando una ceja—

—Necesito descansar hoy— dice acariciando mi pelo—

Los niños al ratico se acostaron con nosotros y en nada se quedaron dormidos, al igual que Damon, me dolía una costilla zafiro dormía super mal.

—¿Que tienes?— pregunta Damon medio adormilado—

—Zafiro tiene su pies incrustado en toda mi costilla— digo—

Este la tomó y la paso a la cama de al lado, después tomo a Axel y lo paso al lado de Zafiro, este se dio la vuelta y Zafiro lo abrazo, el médico dice que justo así estaban en la barriga.

Las heridas de la espalda me estaban molestando así que me tomé una pastilla y me volví a tumbar en la cama.

—¿Por que ten lejos?— dice Damon y me jala—

Medio cuerpo lo tenía encima de él, mi brazo descansaba en su pecho, una pierna en su torso, una de sus manos estaba en mis glúteos y la otra debajo de mi cabeza, era una cómoda sensación, me sentía como en casa.

—Prometeme que nunca, no importa la situación, siempre confiaras en que te amo y que todo lo hago por nuestros hijo, y que si me llegó a ir o me llegan a llevar no va a ser por voluntad propia, prométeme que si me voy o me llevan me buscarás hasta debajo de las piedras— digo, tenía un mal presentimiento algo me decía que la tormenta se acerca y apenas está solo una llovizna—

—No es necesario ni prometerlo, lo haría porque me perteneces y lo que es mío siempre lo sera— dice adormilado

—Gracias— digo en un susurro—

Unos instantes más fueron suficientes para caer en los brazos del morfeo, me sentía en paz y tranquila.

Esmeralda (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora