Esmeralda (BORRADOR)

XLIII

El gran día
26 de diciembre del 2018

Estábamos en Moscú allí era donde se iba a celebrar la gran fiesta, habíamos llegado hace 4 días, mis bebés hoy estaban en su octavo cumpleaños, era increíble cómo pasaba el tiempo, todo marchaba en orden, la seguridad estaba triplicada, estábamos en Asd un club que pertenecía a la mafia rusa.

Los niños estaban muy emocionados y nerviosos, ya que, muy poco se relacionaban con una gran cantidad de personas a la vez y peor aún siendo el centro de atracción. Su pequeñas caritas se iluminaron cuando ese medio día les mostré sus regalos, a zafiro le había regalado una hermosa pulsera a la cual le iba añadiendo dijes y le serviría para toda la vida gracias a que el tamaño se modificaba, además de eso le regale una foto donde estábamos todos juntos.

—¡Gracias mamá!— gritó emocionaba viendo su regalo.

Zafiro no era de las niñas convencionales que a su edad le gustaban los juguetes o ropa, o de la cuales eran demasiado caprichosas, es decir si lo era porque pedirle a tu padre que te construya un castillo no es normal... Pero en el aspecto de los regalos se emocionaba con todo y prefería mil veces detalles como esos a juguetes, flores, ropa etc.

A diferencia de Damon que era más... Singular, si esa es la palabra, una edición especial del principito junto con una foto enmarcada al igual que a la de Zafiro estaba en su caja que destapó con curiosidad.

—Te amo mamá, eres la mejor— dijo con emoción al ver el libro.

Los dos me abrazaron fuertemente, simplemente me sentía bien, últimamente la cosas con Damon iban bien, los entrenamientos igual, y nuestra paradisíaca mansión apartada del mundo exterior era mejor de lo que pensé.

—Yo los amo también— dije dejando un beso en la mejilla de cada uno.

—Vamos ma, que aún no se ha decidido de que color vas a usar el smoking— dijo Zafiro mientras nos jalaba de las manos hacia la habitación de Axel.

—Ninguno me gusta— dijo el rodando los ojos— ¿No puedo ir con una sudadera?— añadió.

—¡No!— le dijo Zafiro con algo de horror— Con una sudadera no vas a impresionar a...— no logró terminar porque Axel le tapó la boca.

—¡No me muerdas!— dijo quitando la mano de la boca de Zafiro sobandosela.

Zafiro le saca la lengua y pasa al armario para mostrarme los trajes.

—Yo creo que el azul oscuro quedaría bien hijo— digo viendo que sería uno de los que más le resaltaría.

—Bien, la verdad no me interesa tanto ese evento, si pudiera quedarme aquí — dice con algo de fastidio.

—Lo sé, pero son como leyes de la Bratva, es algo sagrado...

—Lo sé...

—Vamos tengamos mente positiva de que va a terminar rápido y nos iremos a nuestra pequeña mansión a hacer un pastel de chocolate— digo subiendo y alzando las cejas.

—¡Sí!— gruta Zafiro dentro del probador  aún buscando otra opción.

—¿Me lo prometes?— dice sonriendo ilusionado alzando su mano derecha.

—Prometido— digo sonriendo alzando mi mano juntandola con la de él.

—¿Y este rojo?— pregunta Zafiro saliendo con otro traje.

—Eugh— dice Axel haciendo una mueca de desagrado.

—¡Cariño!— dice Percy cuando entra y me ve— Te he estado buscando por todos lados— sin dejarme decir nada me jala y salimos quien sabe hacer qué.