Cap. 8: Bloques de ansiedad (Parte 1)

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Jueves, 31 de mayo del 2018

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Jueves, 31 de mayo del 2018.

15:36 pm.

Mi boca se mantenía entreabierta, mis pulmones estaban en mecanismo automático y mi cerebro apenas procesaba lo que acababa de pasar. Parecía que recién salía del trance de una maléfica actuación, mientras la veía afincar una mano sobre su cadera derecha y darse media vuelta hacia nosotras.

Sus ojos marrones me escanearon de pieza a cabeza, inclinando su cuello mediante fue bajando la mirada y la subía de regreso. Dibujó una sonrisa angelical en su rostro que hizo parecer mentira que, tan solo unos minutos antes, se había convertido en el mismísimo demonio.

Estaba frente a ella, lo había visto todo en vivo y directo, pero todavía no me lo podía creer. Estoy segura que, precisamente esa fue la causa por la que me fue tan fácil devolverle la sonrisa.

. . .

Ese mismo día.

11:23 am.

No recuerdo haber estado tan ansiosa en mi vida como aquel día, mi rutina seguía siendo la misma: llegar, sentarme en el último puesto del rincón, ver la clase y desaparecer cuando ya todos se fueran; sin embargo, una vez más, toda aquella cotidianidad era interrumpida por las miradas que me echaban los estudiantes de Houston.

¿Es posible sentir tanta frialdad en plena primavera? Pues, mientras caminaba, era capaz de sentir cada estaca clavada en mi espalda. Un grupo de chicas que se dividían en los pasillos, amigas de Paula lo más seguro, me miraban como si me condenaran a cadena perpetua por solo andar en el mismo pasillo que ellas.

Se sentía exactamente igual que las últimas semanas en las que estudié en el GWLA: las miradas, los susurros, el prejuicio. Había cambiado de escuela en el otoño de mis catorce años, pero a juzgar, hoy en mi primavera de mis recientes diecisiete, pienso que el lugar puede cambiar, pero la sociedad sigue siendo la misma.

Bueno...

—Es ella, ¿verdad?

—Sí, que error de naturaleza.

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