Entre dos planetas / Neteyam Sully

Kllfriyo

(Neteyam)

Después del extraño encuentro con Agatha en la playa, mis pensamientos estaban en un torbellino. Sus palabras, sus acciones, todo parecía estar lleno de misterio y significado. Sentía algo en mi interior que no podía ignorar, algo que iba más allá de la simple interacción entre amigos. Pero no podía aceptarlo, no podía permitirme sentir algo así por ella. Después de todo, había sido nuestra enemiga y las dudas sobre su lealtad seguían presentes en mi mente.

Desde aquel encuentro, había sentido una inquietud constante en mi interior. Las palabras de Agatha resonaban en mi mente, sus ojos, su voz... todo parecía haber dejado una huella imborrable en mí. Pero no podía permitirme dejar que esas emociones crecieran. Ella tenía sus secretos, yo tenía los míos, y no podíamos permitir que eso afectara la situación en la que nos encontrábamos.

Afortunadamente, mis padres habían intervenido de alguna manera para aliviar la tensión. Les había contado que Agatha había decidido quedarse en una cueva cercana durante la noche, alejada de la tienda donde dormíamos nosotros. Aunque no les había mencionado los detalles de nuestro extraño encuentro, ellos parecían haber entendido que necesitaba espacio.

Hoy Rotxo y yo nos sentábamos en un rincón tranquilo del campamento, él comenzó a explicarme la historia del clan Metkayna. Sus palabras eran ricas en detalles y llenas de pasión por su cultura y su historia. Mientras hablaba, sus manos trazaban patrones en el aire, representando los eventos que había estado describiendo. Era evidente cuánto valoraba Rotxo su herencia y su historia.

Sin embargo, a pesar de mis esfuerzos por prestar atención, mi mente seguía vagando, recordando las últimas interacciones con Agatha. Sus palabras, sus miradas, todo parecía haber dejado una marca en mí. Pero no podía permitir que esas distracciones me afectaran, especialmente en un momento en que debía aprender sobre mi nuevo entorno y el clan al que ahora pertenecía.

Tsireya —¿Neteyam, todo está bien?

Me obligué a concentrarme y asentí, tratando de disimular mi turbación. —Sí, Tsireya, todo está bien. Solo estoy tratando de absorber toda esta información nueva

Ella me miró por un momento, como si estuviera evaluando mis palabras. Luego, con una sonrisa amable, le dijo a Rotxo
— Creo que sería bueno si buscaras a los demás. Debemos llevarlos a la caleta de los ancestros. Neteyam y yo los esperamos aquí.

Rotxo asintió y se levantó para cumplir su tarea, dejándonos a Tsireya y a mí solos. La tranquilidad del lugar parecía envolvernos, y mi mente seguía luchando por encontrar claridad en medio de mis pensamientos turbulentos.

—Neteyam -comenzó Tsireya con suavidad —si algo te preocupa, puedes decírmelo. Estoy aquí para escucharte, y no te juzgaré por tus pensamientos o preocupaciones

Su gentileza y apertura solo aumentaron mi dilema. ¿Debería confiar en ella y hablar sobre Agatha? Pero la idea de revelar mis dudas y sospechas sobre ella me hacía sentir vulnerable y expuesto.

Neteyam—Tsireya, ¿alguna vez te has enamorado de alguien que no deberías?

Tsireya—Sí, Neteyam. Bueno, no es tan dramático como suena. La vida está llena de giros inesperados, y a veces, nuestros corazones simplemente eligen a alguien sin que lo planeemos. ~reía suavemente~

Neteyam—¿Y cómo luchaste con eso? Quiero decir, si sabías que no era lo más adecuado, ¿cómo manejaste tus sentimientos?

Tsireya— Deje de luchar, aprendí que no siempre podemos controlar a quién nos sentimos atraídos, y que nuestros sentimientos no siempre obedecen a la lógica.

Su consejo resonó en mí, y me di cuenta de que no podía simplemente ignorar lo que estaba sintiendo. Quizás había llegado el momento de enfrentar mis emociones, de intentar entenderlas y de decidir cómo seguir adelante.