ʀᴀɴᴘᴏ ᴇᴅᴏɢᴀᴡᴀ- ᴄᴏᴍᴏ ǫᴜɪᴛᴀʀʟᴇ ʟᴏ ᴛɪ́ᴍɪᴅᴏ ᴀ ᴛᴜ ɴᴏᴠɪᴏ | ✓

E2| la muerte más dolorosa

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Muerte.

Es algo a lo que estoy acostumbrado. La mayoría de los casos que resuelvo la tienen como protagonista: sangre esparcida, cuerpos deformados, rostros congelados en el dolor. Un espectáculo grotesco al que, con el tiempo, me he habituado.

Siempre pensé que la muerte no me tocaría de cerca, que era inmune a su frío abrazo. Pero esa creencia se desmoronó en un instante, un día que se grabó a fuego en mi memoria.

Lo recuerdo con nitidez, un recuerdo que me persigue, que se niega a abandonarme por más que lo intente.

Me sentí la peor persona del mundo al no derramar una sola lágrima.

Era el amor de mi vida, después de todo.

Había jurado que daría lo que fuera por mantenerlo a mi lado, pero en el momento crucial, me convertí en un cobarde.

Observaba a la gente llorar desconsoladamente por la pérdida de un ser querido, y me preguntaba por qué yo no era capaz de hacerlo.

¿Acaso no lo amaba? ¿Era posible que todo ese tiempo juntos hubiera sido una farsa?

Los años compartidos se derrumbaron frente a mis ojos. Lo vi caer, sin poder hacer nada para evitarlo.

Un silencio sepulcral reinaba en la habitación, roto solo por mi respiración entrecortada. No sentía dolor, ni remordimiento, solo una profunda desolación.

San-

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Poe me arrebató la libreta de las manos.

—Eh. . . creo que estás exagerando un poco—dijo con una sonrisa burlona.

—¡Vete de aquí! Quiero estar solo— gruñí, intentando recuperar la libreta.

—No fue para tanto. ¿Escribiste una página completa solo por un dulce?— Poe me miró con una ceja alzada, incrédulo ante mi reacción.

—¡Fue tu culpa!— le espeté con enojo.

—Solo tiré uno de tus dulces. . . Fue un accidente— Poe se excusó, algo nervioso.

—¡Hoy duermes en el patio!— sentencie.

—¡No, por favor!— Poe se acercó, buscando consuelo en un abrazo.

—Entonces un mes sin. . .— lo miré con una sonrisa traviesa.

—¡No! ¡Todo menos eso!—Poe se arrodilló ante mí, abrazando con fuerza mi cintura. Lo ignoré, mirando hacia otro lado—.Está bien... Dormiré en el patio— Poe suspiró resignado.

Ranpo lo vio alejarse, una pequeña sonrisa dibujándose en sus labios. A pesar de su arrebato, no podía negar que amaba a Poe con locura.

Esa noche no pudo evitarlo y durmió acurrucado en el pecho de Poe.

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Final definitivo. ☝️

Nopuedo.

Quiero mucho a mi bebé. 😓

¡Gracias por el apoyo!

Para lo que están leyendo "todo lo que no me deja olvidarte", nos veremos en el último capítulo muy pronto. :))

¡Adiós!

LuA-