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.El día transcurría con la calma habitual para la mayoría en la Agencia Armada de Detectives, pero no para mí. Dazai, Dazai Osamu, era el foco de un nuevo drama. Lo encontré tirado en el piso, sollozando desconsoladamente con su celular en la mano. Atsushi, siempre el alma bondadosa, intentaba consolarlo sin éxito.
—¿Qué ha pasado esta vez?— pregunté con una mezcla de curiosidad y diversión.
Atsushi me miró con resignación.
—Lo terminaron por mensaje— dijo con un suspiro. No pude evitar reír a carcajadas. La expresión de Dazai, una mezcla de patetismo y furia, era demasiado cómica.
—¿Ni siquiera te dijo por qué?—pregunté entre risas. Dazai me fulminó con la mirada.
—¡No te burles!— gritó —. Era mi pareja, Ranpo. ¡Lo amaba!
Atsushi le palmeó la espalda con torpeza.
—No se preocupe, Dazai-san. Seguro que solo es una broma— dijo con optimismo.
Dazai lo miró con incredulidad.
—¡No, Atsushi! ¡En serio me ha dejado! ¡Y por mensaje!
Me senté en mi escritorio, observando el patético espectáculo con una mezcla de diversión y lástima. Dazai era un caso perdido, un hombre incapaz de mantener una relación estable. Era como un niño pequeño, buscando constantemente la atención y el afecto de los demás.
—¿Y qué harás ahora?—pregunté con fingida preocupación. Dazai se levantó del suelo y se acercó a mi escritorio con ojos suplicantes.
—Ranpo, tienes que ayudarme— sollozó —, averigua si va a volver conmigo.
Me hice el difícil.
—Soy detective, no adivino— dije con una sonrisa burlona. Dazai me miró con desesperación.
—¡Te daré lo que quieras! ¡Dulces, dinero, lo que sea!
—Hmm, interesante—dije mientras fingía considerar su oferta—. Pero no te daré una respuesta tan fácil. Tendrás que trabajar para ello.
Dazai aceptó de inmediato, sin importar las condiciones. Le hice algunas preguntas sobre su relación con Chuuya, su ex-pareja, y deduje que la ruptura era inevitable. Dazai era un desastre emocional, incapaz de mantener una relación sana.
Con una mirada penetrante, susurré:
—¿Qué le hiciste a Chuuya?
Dazai, aterrado confesó:
—Nada, solo le dije que sus sombreros son horribles y que los iba a quemar. . . y sí los quemé, no sé por qué se enojó.
Exasperado por la idiotez de Dazai, le grité en voz baja:
—¡¿Eres estúpido?! ¡Es obvio que se enojó por eso!
Dazai, con la mirada perdida, murmuró:
—Pero es la verdad. . . sus sombreros son horribles.
Resignado, le dije:
—Te voy a decir la verdad. Va a volver contigo, no sé qué tienes de especial, pero va a volver, tal vez mañana.
Dazai, alegre, exclamó:
—¡Lo sabía!—Salió corriendo de la agencia y regresó minutos después con una bolsa llena de dulces para mí.
La tarde transcurrió con relativa tranquilidad, a pesar del peculiar comportamiento de Dazai. Al salir de la oficina a las cinco de la tarde, me dirigí hacia una tienda que había llamado mi atención. En la vitrina vi un pijama de cuerpo completo con un diseño de mapache. Mis ojos brillaron con entusiasmo.
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ʀᴀɴᴘᴏ ᴇᴅᴏɢᴀᴡᴀ- ᴄᴏᴍᴏ ǫᴜɪᴛᴀʀʟᴇ ʟᴏ ᴛɪ́ᴍɪᴅᴏ ᴀ ᴛᴜ ɴᴏᴠɪᴏ | ✓
FanficSoy Ranpo Edogawa, ¡el mejor detective del mundo! Gracias a mis cualidades, hoy aprenderás conmigo a quitarle esa "timidez" a tu novio. Spoiler: sale mal. •--------------------------------------------------• ☆La historia es de mi total propiedad. N...