Donde todo comenzó (Jinx)

Capítulo 3

Año 2014 Primera línea temporal

Tenía una cita con Yoon Gu exactamente a las 3 de la tarde, tenía el auto descompuesto y el autobús en el que iba se había retrasado debido a un daño en el motor . Sin tener otras opciones había decidido correr. Tenía claras dos cosas; esa tarde le pediría matrimonio, esa tarde confesaría sus sentimientos definitivos. No dudaría más y así simplemente juntos tendrían la mejor aventura de sus vidas.

Lamentablemente las flores que llevaba en las manos se habían quedado sin hojas, el olor de su perfume se había desvanecido siendo oculto por el olor del sudor como consecuencia de correr sin control.

De pronto pasó por ese lugar, un lugar inundado de feromonas de omega. Un chico suplicaba por algo de ayuda y dos alfas desagradables lo trataban de forzar para hacerles una mamada. Uno de ellos le estiraba el cabello para hacer que se la chupara de forma eficaz y el otro luchaba por arrancarle los pantalones para desnudarlo.

Jaekyung no pudo ignorar tal situación, se detuvo y uso la fuerza bruta para deshacerse de esos sujetos. Casi destrozó el rostro de uno a golpes y el otro le suplicó que parara. Prometía que se irían de ahí.

El chico que todavía lloraba, lo hizo detenerse, lo vio a los ojos y le dijo que ya estaba bien.

—No tienes que manchar tus manos con sangre, no vale la pena. Estoy bien.

Casi como un acto hipnótico, obedeció y ayudó al muchacho a acomodarse la ropa.

Utilizó un pañuelo que acostumbraba llevar con él y le limpió la cara.

Al mismo tiempo comenzó a sentirse mareado por el olor a feromonas. Y cayó inconsciente.

Unas horas más tarde despertó en la cama de un hospital, el chico al que había ayudado estaba dormido junto a él y apoyaba su cabeza sobre la cama. También sostenía su mano.

Ya no había olor a feromonas, pero en definitiva flotaba por el aire un aroma agradable que le daba ganas de sonreír. Se relajó y el chico despertó sorpresivamente.

—¿Estás bien?

—Eso creo.

—Estaba en celo. Lo siento tanto, mis feromonas te hicieron sentir mal.

—Estoy bien ahora— ese desconocido le regaló una gran sonrisa. No podría describirlo como un enamoramiento fugaz, pero sí que su corazón había enloquecido.

Día 22

Jaekyung abrió los ojos con confusión.

Había una televisión reproduciendo un programa en francés. Yoon Gu dormía sobre su pecho.

Estaba de vuelta en la realidad.

Se sintió extraño, no fue un sueño, se trató de un recuerdo que vino de la nada.

Estiró el brazo para tomar el control y apagó el televisor quedando en medio de la obscuridad.

Repasó ese recuerdo y lo tuvo claro; Se trataba del día en que conoció a Kim Dan, su esposo en la otra vida. Su omega en la otra vida.

Días después de aquel encuentro, Yoon Gu lo rechazó por dejarlo plantado, se negó a hablar con él y le cerró la puerta en la cara en varias ocasiones.

En cambio, con Dan todo pareció ir mejorando día con día, se convirtieron en dos universitarios que se apoyaban con la tarea, salían a comer y pasaron de una amistad a algo romántico sin tantos rodeos.