Capítulo 9

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Cuando abrió los ojos y se removió sobre la cama, encontró a su lado un lugar vacío y un montón de recuerdos sobre esa noche en la que todo se descontroló, debieron haberlo hecho varias veces hasta que estuvieron satisfechos porque perdió la noción del tiempo y ya no recordaba bien si los había sorprendido el amanecer. El caso era que incluso en esta vida, sus cuerpos parecían reconocerse y suplicar por la cercanía del otro.

Todavía había feromonas de Dan flotando por ahí, era agradable, pero lo hubiera sido todavía más si hubieran podido hablar sobre lo que pasó.

Lo llamó, intentó tres o cuatro veces hasta que comprendió que lo mejor era dejar de insistir.

Vio los arañazos en su espalda y sonrió haciéndose a la idea de que Dan había reaccionado tan apasionado porque se sentía atraído por él y no sólo porque ambos hubieran entrado en celo y ya.

Quería su vida de regreso y le parecía que estaba más cerca que antes.

Esa mañana tenía una entrevista de trabajo, por lo que se preparó y buscó entre sus cosas para verse lo más presentable posible.

En su entrevista lo recibió una mujer que no paró de coquetearle con descaro, fue incómodo, pero a la vez era una buena oportunidad para quedarse con el empleo, era algo simple, sólo tenía que registrar datos en archivos de Excel y graficar los resultados para organizar los informes que alguien más necesitaba.

Una vez recibió una afirmativa y le citaron para comenzar dentro de unas horas, salió para caminar sin rumbo específico mientras hacía tiempo.

—¿Jaekyung? — era Yoon Gu. Volvían a verse luego de la firma de su divorcio.

—¿Cómo estás?

—Bien... ¿Quieres caminar?

No entendió a qué venía su invitación, pero tampoco pudo negarse. Callados e incómodos se acomodaron en la banca de un parque mientras el viento soplaba y removía las hojas secas de los árboles que estaban en el suelo.

—¿Entonces si tenías a alguien?

—¿Eh?

Yoon Gu lucía triste, más afectado que contento de verlo.

—Llevas un olor a omega. Es tan fuerte que no podrás sacártelo de encima, aunque te bañes cien veces.

—Lo siento Yoon Gu.

—¿Te veías con ese omega estando conmigo?

—No— ah, ¿cómo se explicaba? Nadie creía su historia sobre el cambio de vida, así que era muy difícil decir algo que no pudiera sonar a mentira—. Te prometo que no es así.

—Solías serme infiel con betas... ¿Qué tiene de especial este omega? — resultaba que ese omega... era el amor de su vida.

—No hablemos de esto Yoon Gu.

—Dejaste cosas en casa ¿Por qué no pasas por ellas?

—Son cosas que tu compraste.

—No es como si yo pueda usarlas, deberías ir por ellas.

—Quizá después— se levantó y comenzó a caminar, se estaba sintiendo incapaz de mirar a la cara a su ex esposo quien no tardó en ir tras él.

—¿Entonces las cosas serán así? ¿Nunca podremos hablarnos con normalidad y sostener una conversación?

—¿Por qué querrías hacer algo así? Sólo te haces daño a ti mismo— y se dio la vuelta.

Esta línea de tiempo era muy desafortunada para los dos, las cosas nunca debieron darse así. Yoon Gu, no merecía estar sufriendo por él cuando en la otra realidad estaba como si nada y vivía feliz.

Donde todo comenzó (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora