Capítulo 4

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—¿Dónde puedo encontrar al doctor Kim Dan?

Como no tenía una mejor idea, llevaba más de media hora en emergencias esperando a que alguien que no fuese la recepcionista mal encarada que le había pedido que se fuera, pudiera responder su pregunta.

Una amable doctora que parecía la más joven de todos se acercó a él y luego se quitarse el cubre boca para poder hablarle le explicó que Kim Dan tenía semanas sin ir por ahí, lo envió hacia la torre de especialidades explicándole que los médicos internistas estaban ahí, cuarto o quinto piso dijo ella.

Para su buena suerte, elegir llegar al quinto piso de forma directa fue acertado.

—Disculpe, pero el doctor Kim Dan tiene una licencia por tres meses.

—¿Y eso cuándo comenzó?

—Hace dos semanas— esta recepcionista era diferente, amable y paciente al atenderlo a él que no hacía más que impacientarse por todo.

—Él tiene un lugar donde trabaja su consulta privada ¿Podría darme la información de ese lugar?

—Lo siento, pero por políticas del hospital no podemos otorgar ese tipo de información.

—Por favor, nadie tiene porque saberlo.

—Le pido que se retire señor.

—Escuche: hace unos dos meses más o menos, él me entregó su tarjeta, pero no la encuentro y en serio, en serio necesito encontrarlo.

—¡Seguridad! — ¿Qué demonios? Esa loca estaba exagerando las cosas, él estaba siendo respetuoso ¿Por qué unos hombres de la seguridad tuvieron que sacarlo de ahí con tan terrible actitud?

Una vez fuera del hospital, se acomodó la ropa e intento pensar en alguna forma de encontrar a Kim Dan. Sabía muy bien que estaban en una línea temporal en la que no eran pareja y en la que Dan parecía ni siquiera recordarlo, pero aun sabiendo eso, pensaba que sería bueno poder hablar con él, quizá el destino intentaba ponerlo a prueba, a lo mejor había una especie de forma de vencer ese extraño destino y si era capaz de volverse a acercar a su verdadero esposo, entre los dos podrían regresar a su vida de siempre... juntos.

Ignorando llamadas de Yoon Gu y de su molesto suegro, decidió bajarse del auto cuando vio un parque y se sentó por ahí con la única intención de dar oportunidad a que el tiempo corriera, no tenía ningún plan, no tenía idea de lo que sería de él si no era capaz de volver al mundo al que pertenecía.

Todo lo que hizo con su familia fue desaprovechar las oportunidades que tenía al alcance para ser feliz. Tenía un hermoso omega por compañero que jamás lo dejó solo cuando la pasaba mal, tenía dos hijos preciosos que eran producto de su amor, dos pequeños que llevaban su sangre, tenía un trabajo que apestaba, sí, pero podía dejarlo y buscar algo mejor ¿Qué hizo en lugar de eso? Quejarse, maldecir, ofender, distanciarse y soñar con un pasado que era sólo eso, un pasado que debió haber olvidado hacía mucho.





Siendo el primer día en que se animaban a dar un paseo juntos, todo les parecía llamativo e interesante. Una fuente al centro de ese parque, atrajo su atención y vio que Dan se ponía inquieto porque pensaba que algo de agua saltaría en el rostro de SeoJin.

Tenían tres meses como padres primerizos y sí, lo admitía, ellos dos eran unos padres sobreprotectores.

No pasará nada, el clima es agradable, vamos decidió ser él quien empujara la carriola.

Espera Dan llegó detrás de él y soltando una risilla tomó a su pequeño hijo en brazos.

¿Lo ves? Parece que le gusta Dan pareció complacido al ver la forma en que su bebé sonreía y balbuceaba como si intentara decir algo sobre lo emocionante que le resultaba su primer paseo.

Donde todo comenzó (Jinx)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora