2017 Segunda línea temporal
Cuando le informaron que su abuela dejaría terapia intensiva para regresar a la habitación con el número 29 en el tercer piso, sintió un alivio que no podía describir con exactitud, todo lo que sabía es que las cosas estaban mejorando y que ella pronto estaría en casa, de vuelta con sus cosas. Su abuela era una mujer exageradamente hogareña, es por eso que no podía imaginar su desesperación al verse rodeada de cuatro paredes, acompañada de enfermeras y médicos.
Cuando los camilleros abrieron la puerta y entraron para acomodarla en la cama, él notó que estaba dormida. Hizo una expresión dejando ver su desilusión, menos mal que Heesung estaba a su lado para reconfortarlo.
—Pediré que llenen de flores este lugar, la habitación con flores le hará sentir muchísimo mejor cuando se despierte.
—Heesung, no es necesario, así está bien.
—Sabes que ella ama las flores, debe extrañar el rosal que cuida todos los días— su novio le acarició la mejilla y después le plantó un beso—. También pediré que traigan un globo de helio, el más gigante de la tienda de regalos para darle la bienvenida y desearle pronta recuperación.
—Está bien ¿A caso puedo controlarte?
—No— Heesung lo abrazó—. Quiero que tu abuela este bien, quiero que esté de buen ánimo y que pronto pueda estar de vuelta en casa, las emociones optimistas son buenas para mantener la salud.
—Muchas gracias— sintió su pecho reconfortado con esas palabras, le emocionaba en sobremanera que Heesung estuviera haciendo todo eso por él y sobre todo por su abuela. Se dieron un último beso antes de que dejase la habitación y al cerrarse la puerta, la voz de su abuela lo hizo sorprenderse.
—Hasta que se va. Ese muchacho tan insoportable hace que me regrese la gastritis.
—¡Abuela! — sin seguir ninguna indicación del protocolo que acababan de sugerirle las enfermeras, se lanzó a los brazos de su abuela y le dio un buen abrazo, uno en el que pareció fundirse con ella. Se suponía que la mujer debía sentirse reconfortada por su presencia, pero lo cierto es que fue todo lo contrario y fue él quien se sintió reconfortado por sus amables brazos que le brindaban protección. Era un abrazo igual a tantos que se habían dado, pero este se sentía especial—. ¿Estabas despierta? — casi se echó a reír.
—No tenía ganas de ver a Heesung mi niño, me cae tan mal, seguro se acercaba para besuquearme la cara y no estoy de humor— vaya, sí que se veía repuesta, parecía una mujer nueva y con energía renovada.
Bromearon y él la puso al día de los asuntos en la casa y en el negocio de comida, sus amigas la estaban ayudando y no tenía nada de que preocuparse, incluso le habló sobre la posibilidad de que las chicas pudieran ir a visitarla pronto si se mantenía con tan buen semblante.
—Mi niño— le habló a sus espaldas mientras le servía un pequeño vaso de agua que acababa de pedirle.
—¿Qué pasa abuela?
—¿Dónde está Jaekyung?
—¿Quién es Jaekyung? — le ayudó porque le faltaban fuerzas.
—Tu novio, él chico con el que salías antes de Choi Heesung.
—Abuela, yo no he tenido otro novio, Heesung es el único chico con el que he salido.
—Pero Jaekyung iba a casa todos los días, me explicaba el significado de las orquídeas y me daba consejos sobre la cantidad de agua que debía de ponerle a mis rosales.
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Donde todo comenzó (Jinx)
FanfictionSituados en un mundo omegaverse donde alfas y omegas unen sus vidas en búsqueda de la felicidad, pero esta, en ocasiones se encuentra hasta en lo que a veces desearían poder cambiar. Luego de un inexplicable suceso, Joo Jaekyung termina atrapado en...