Capítulo 7

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Esa misma mañana Jimin se dirigió a clases algo apresurado, pues llegaba tarde nuevamente, pero él no tenia la culpa sino sus padres. Otra vez estuvieron discutiendo y como no, cargaron toda su rabia contra Jimin.

Ellos solo comenzaron a soltar comentarios horribles hacia su persona, y el rubio no podía hacer otra cosa que escuchar, porque si tomaba la iniciativa de irse sería peor para él. No era la primera vez que ocurría aquello, le soltaban sermones de vez en cuando, diciéndole lo de casi todos los días, que "no hacía nada", que "necesitaba mejorar sus calificaciones" y que "no ayudaba en las tareas del hogar", cuando prácticamente era Jimin quien hacia todo, como siempre.

Tenia tantas ganas de independizarse.

Tocó la puerta de clases escuchando un "adelante" por parte del profesor, entro sintiéndose algo apenado pues últimamente siempre estaba llegando tarde. El profesor nada mas verlo lo detuvo con la mano.

-Lo siento, Park -Jimin lo miro sin entender -hoy no podrá entrar a clases.

-P-pero...

-No hay mas excusas. Llevas días llegando tarde, no puedo permitir más esta falta de respeto. Espere afuera a que finalicé la clase.

Sin mas se dio media vuelta siguiendo con la explicación, Jimin estaba anonado, pues nunca le había pasado algo como eso. Salió del lugar, notando que no había nadie. Entonces se fue al único lugar de ese instituto que le gustaba, su lugar seguro.

Para muchos es común tener un lugar seguro en un instituto, mayoritariamente los baños. Es un lugar donde la mayoría de las personas se refugian para no afrontar la hora de los recreos. Las multitudes pueden generar pánico. Pero Jimin no iba a los baños, el tenia otro lugar mejor, donde el olor era mil veces mejor y habían unas vistas preciosas, aparte de que no había nadie.

Jimin subía las escaleras mientras recordaba como encontró ese sitio, fue en su segundo día de clases, donde Minho ya lo tenia en la mira. En clases Minho le advirtió que en la hora del recreo iría a por él, pues era el nuevo de clases y necesitaba a una nueva victima. Cuando llego la hora del recreo no lo pensó dos veces antes de huir de clases, empezó a caminar rápido sin saber donde ir, el lugar era enorme, lo que le beneficiaba de alguna manera. Comenzó a subir las escaleras hasta encontrar la azotea, estaba prohibido entrar pero para su suerte la cerradura estaba rota, y hasta el día de hoy no la arreglaban.

Minho nunca lo encontró aquel día, sin embargo ya no iba tanto por allí, solo en sus momentos de crisis. Porque una vez se hizo amigos de Eunwoo, Hoseok y Jaebum, Minho no lo volvió a molestar. Solo cuando estaba solo, pero la gran mayoría de veces Jimin se salvaba de recibir los golpes, porque corría lo más rápido que podía hasta esconderse allí.

Claro, que los tres amigos del rubio no sabían nada, si que habían visto a Minho empujar a Jimin por los pasillos, pero solo se reían. Es lo que hacían siempre, reírse y no decir nada. Y si Minho le dejaba moretones por zonas visibles Jimin solo les decía que se había caído o se inventaba otra excusa. Ellos solo asentian, sin darle tanta importancia.

Pero, bueno, al menos tenía ese sitio donde no había nadi-

-¿Jungkook? -preguntó confundido una vez abrió la puerta.

Jungkook estaba sentado en la cornisa, hasta que se sobresalto al escuchar la voz del rubio. Mirándolo igual de confundido.

-¿Qué mierda haces aquí? -dijo en un tono molesto.

-Lo mismo te pregunto -contestó desafiante el rubio.

Entonces, Jungkook lo observó por un segundo antes de volver la mirada al frente.

El hijo de un asesino ● KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora