Ojos Verdes

302 36 5
                                    

Yeosang hundió el rostro contra sus manos mientras se dejaba caer en la mesa. Estaba en una videollamada con su hermana y le contaba sobre su primera y fallida cita.


—Entonces te quedaste dormido porque las sábanas eran suaves

—Sí...

—Y en la mañana desayunaron en la cafetería y él te dejó en casa después de eso


Yeosang asintió en silencio con un rostro afligido.


—¿Y?


Él le mostró una bolsa blanca con un gran moño negro, dentro había una caja, y ella sólo comenzó a reír al darse cuenta de que se trataba de un juego de sábanas, y supuso que era uno igual al que San tenía en su cama.
Eran un par de bobos.


—Me parece muy lindo de su parte que se preocupe por tu descanso

—No te burles —se quejó— seguro piensa que soy un anciano aburrido

—De verdad es lindo Yeosang


La chica lo miró con ternura. Ellos se llevaban casi 8 años, pero él siempre fue un niño mimado cuando se trataba del amor, o eso le había parecido. Extrañaba mucho a su lindo y tierno hermano, ese omega bobito pero adorable al que podía salirle todo mal, pero que al final seguiría siendo inocente y dulce.


—Bien, no me burlaré, pero quiero preguntarte algo —dijo ella— ¿Ha pasado algo con tu celo?

—Aún no... —dijo enderezándose de inmediato

—¿Nada?

—No...


Yeosang se acomodó el cabello en silencio.
Él no había entrado en celo desde que Dongyul estaba vivo, antes de saber que estaba embarazado. Después del parto siguió sin recibir su celo, quizás por las medicinas que tomó en el hospital. Y ahora, seguía igual.

El doctor le dijo que era normal, que cada omega era diferente y que su cuerpo había pasado por tanto que no debía preocuparse, pero debía tener un juego de supresores a la mano por si acaso, aunque le recomendó no tomarlos y dejar que todo fluyera lo más natural posible para evitar secuelas.


—Quizás no llegue nunca

—Eso quisieras —sonrió

—Me pregunto cómo será...


En realidad no lo quería de vuelta, tenía miedo de sentir de nuevo toda la angustia por la ausencia Dongyul. Todos sabían que los omegas marcados sólo querían pasar el celo junto a su alfa, o de lo contrario se podía tornar en algo doloroso y desesperante, así que le aterraba la idea de estar solo.

Y si decidía intentar pasar su celo con San, ¿Qué pasaría si de pronto su cuerpo lo rechazaba?, para empezar, ¿San estaría dispuesto a cuidarlo como su pareja?, ¿O sólo estaría ahí como un alfa?, eran demasiadas preguntas que no podía responderse hasta que ocurriera, pero en el fondo esperaba que no pasara.


—De todas formas no deberías preocuparte por eso

—Supongo que no

—Entre otras cosas, mamá dijo que quiere que vayamos un fin de semana a la casa de campo para celebrar tu cumpleaños

—No quiero seguir cumpliendo años, ya no quiero seguir envejeciendo y siendo mayor que San

LOVE || SanSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora