Su Destino | Kagome & Tomoe

03. La Realidad

"Al inicio no comprendía lo que estaba sucediendo, su corazón estaba cambiando a medida que la veía y ni siquiera era consciente de eso"

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Habían pasado días y Tomoe había continuado observándola entre las sombras.

El de cabellos platinados se tomó un momento para divagar entre sus pensamientos, aún incapaz de comprender por que la estaba siguiendo de manera tan sigilosa.

Incluso cuidaba cada paso que daba y por supuesto enmascaraba su aura con la esperanza de no ser notado.

Pero...

¿Era el zorro salvaje que todos conocían no?

¿Entonces por que simplemente no la tomaba y se marchaba?

Incluso había tenido infinidad de oportunidades para matarla de una vez por todas, pero por alguna extraña razón no había podido. Debía admitir que eso le había frustrado bastante ya que no comprendía que estaba sucediendo.

Definitivamente no era algo propio del temible zorro salvaje Tomoe.

Continuó observando a la joven azabache que caminaba junto a su grupo de amigos, había sido una sorpresa ver que viajaba con un pequeño kitsune.

Su divagación se detuvo cuando escuchó a alguien de su grupo hablar.

— Te digo que alguien nos está siguiendo — refutaba Inuyasha.

Tomoe se estremeció.

Un mestizo como él era capaz de olfatearlo, lo cual le parecía muy interesante considerando que no lucía tan fuerte. Debía admitir que de todo el grupo el menos que le agradaba era el de vestimenta roja.

Más bien no le gustaba para nada la familiaridad con la que se dirigía a la de orbes azules, encontraba su forma de hablar y su actitud muy irritantes.

Por otro lado, Kagome no era tan tonta.

Ella sabía bien que Tomoe le había estado siguiendo, pero había decidido que fingir que no lo sabía era la mejor manera para no incomodarlo.

Después de todo no parecía ser tan malo.

Claro que había tratado con muchísimos tipos de demonios en el pasado y tenía claro que no todos eran malvados.

Algunos eran como Koga o Sesshomaru, los cuales habían logrado cambiar para bien, pasando de asesinar humanos por diversión a considerarlos merecedores de respeto.

Así que había decidido que permitiría que él continuara observándola hasta que decidiera acercarse.

Con una sonrisa inocente volteó a ver a Inuyasha.

— No hay nadie siguiéndonos, solo estás paranoico — fueron las palabras de la miko.

Tomoe suspiró aliviado.

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Días pasaron hasta que Tomoe se acercó nuevamente.

La miko se encontraba batallando con algunos demonios, había sido separada de su equipo debido a que estos también estaban luchando con otros demonios en el área.

Ahí fue cuando pudo apreciar su verdadero poder, al menos una parte de él. Este parecía manifestarse con un destello rosado el cual canalizaba a través de flechas.

Era algo fascinante de ver puesto que ella ni siquiera estaba usando su poder al máximo y era fácil de notar, los demonios no tenían oportunidad alguna contra ella.

Sus largos cabellos se movían debido a la brisa, sus manos sostenían el arco y preparaban otra flecha. Sus orbes azules estaban llenos de determinación mientras observaba al monstruo frente a ella, fue entonces cuando el destello rosa se extendió por su cuerpo y disparó.

La flecha dió justo en el blanco, pulverizando al demonio instantáneamente.

Debía admitir que estaba bastante sorprendido.

Fue entonces cuando volvió a pensar en el irrefutable hecho de que si ella lo hubiera deseado lo hubiera asesinado fácilmente. Una realidad que hería un poco su orgullo como demonio, pero no podía negar lo que sus ojos habían contemplado.

La Shikon No Miko ciertamente era otra cosa.

No solo era una mujer hermosa, si no que también era sumamente intrigante y poderosa.

El kitsune se encontraba interesado en descubrir mucho más de ella y lo haría.

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