"Entonces el destino hizo su labor y les brindó el final feliz que tanto merecían. El zorro se había enamorado perdidamente de la sacerdotisa y ella de él"❀
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❀|Mucho tiempo después|
La pareja dormía tranquilamente, el amanecer comenzaba a iluminar todo el lugar. Sin embargo, él kitsune y la miko aún permanecían dormidos, sus cuerpos bastante unidos mientras disfrutaban de la calidez que el otro le brindaba.
Todo era diferente y no en un mal sentido.
En la mesa de noche yacía un bonito anillo de colores zafiros, perteneciente a Kagome quien se había casado con Tomoe.
Para el zorro no había sido suficiente el hecho de que ella llevase su marca. Si no que quería dejarle claro a todos, incluyendo humanos, que ella era suya.
Y así había sido.
Se habían casado y ahora tenían un nuevo hogar.
El silencio en la habitación se vió opacado por un llanto que comenzó a resonar fuertemente, despertando así a la pareja.
La miko fue la primera en ponerse de pie, siendo seguida por su esposo. Acto seguido se acercó a la cuna que yacía al lado de la gran cama, una dulce sonrisa se extendió por su rostro.
Ahí estaba su hijo.
Un pequeño bebé de apenas unos cuantos meses quien de hecho era la cosita más tierna del mundo. Poseía unas tiernas orejas como las de su padre y unos hermosos cabellos platinados.
El menor sollozaba con desesperación y Kagome sabía bien lo que debía hacer.
Así que solo fueron cuestión de segundos cuando esta lo tomó en brazos con delicadeza, acomodándolo. Para luego tomar asiento en la cama, comenzando a amamantarlo.
La azabache no pudo evitar sonreír al sentir a Tomoe rodear su cintura y atraerla a su pecho, permitiéndole así recostarse de él mientras alimentaba a su hijo.
Ambos observaban al menor con ternura.
Eran sumamente afortunados.
Además no podían negar que Sora era la viva imagen del kitsune, sin embargo sus ojos y facciones eran idénticas a las de Kagome.
— ¿Como te sientes? — preguntó el hombre en un suave susurro.
Las manos de él se dirigieron hacía el vientre de su mujer, acariciando con suma gentileza.
— No he tenido tantas náuseas como con Sora — comentó la azabache en un tono igual de suave.
Tomoe sonrió, plantando un dulce beso en la frente de su amada.
— Yo te cuidaré siempre — fueron las dulces palabras del kitsune.
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— ¡Tío Mizuki! ¡Tía Nanami! — exclamaron unas voces infantiles al unísono.
Unos niños pequeños corrían con suma emoción hacía la entrada de la gran casa.
Se trataba de una pequeña niña de orbes azules y cabellos negros junto a su hermano mayor quien poseía cabellos plateados y también orbes azules.
Sora y Kaori.
Al llegar abrieron la puerta, acto seguido se abalanzaron sobre sus tíos quienes no dudaron en atraparlos y estrecharlos fuertemente entre sus brazos.
Tomoe quien se había acercado al escuchar los gritos de sus hijos, observó la escena con una leve sonrisa.
Se consideraba un hombre sumamente afortunado en todos los aspectos posibles.
¿Que había hecho para merecer tanta felicidad?
No lo sabía pero definitivamente lo disfrutaría al máximo.
Observó a su familia interactuar con los invitados, en su rostro estaba plasmada la más dulce de la sonrisas. Su mirada se posó en su mujer, oh cuánto la atesoraba.
Sus caminos se habían cruzado en el peor de sus momentos, incluso si el había sido un zorro salvaje, ella no había dudado en salvar su vida. Cuando su corazón y mente amenazaban con sumirse en la oscuridad, había encontrado la luz de su vida.
Teniendo así un motivo para continuar.
¿Quien diría que el amor lo cambiaría tanto?
No podía estar más agradecido.
Después de todo...
Ella era su destino.
Fin
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Su Destino | Kagome & Tomoe
FanficEn donde Kagome conoce a un kitsune muy intrigante. (Tomoe x Kagome) |Crossover Inuyasha x Kamisama Hajimemashita| Prohibida su copia o adaptación.