Mi Nueva Realidad | Danganronpa 2

008.┊Después del sufrimiento

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- ¡Que extremooo! - Monokuma estaba muy feliz.

- ¡¿QUÉ ACABA DE PASAR?! - Souda estaba en shock.

- ¡¿S-SAIONJI?! - A Ibuki le salían burbujas de la boca.

- ¡Esto es horrible! - Sonia no paraba de llorar.

- Horrible, horribe, muy horrible. - Monomi le siguió a Sonia.

- ¿Por qué esas caras largar? ¿No deberían de estar feliz de haber vivido? - Dijo Monokuma.

- ¡¿CÓMO VAMOS A ESTAR FELICES SI MURIO UNO DE NOSOTROS?! - Hinata estaba en shock y arto de esta situación.

- ¡Hinata cálmate! - Le dije, bueno le grite.

- ¡¿Cómo quieres que me calme si Saonji murió por culpa de Komaeda?! - Que intento tan inútil.

Es verdad... Komaeda lo planeo así... Por Komaeda, Saionji está muerta.

- Nozomi, es mejor que te alejes de él. - Sonia me miro seria.

No me habia dado cuenta que Komaeda estaba al lado mío. Apenas Sonia dijo eso, Nagito me abrazo de los hombros.

- No te iras Nozomi, ¿Verdad? - Dijo con una sonrisa siniestra mientras ponía sus manos en mis hombro. - Tú sabes nuestro trato... - Eso último los susurro en ml oído.

- Lo siento Sonia, confío en él. - Dije lo cual obviamente era mentira.

- Ahí lo ven. - Dijo el.

Nagito me tomo de la mano y nos dirigimos al ascensor.

- Nos vamos primero. - Dijo despidiéndose.

Entramos lo más rápido posible al ascensor.

- Disculpame. - Pronunció.

Después de esas palabras alejó sus manos de mi, quedando uno al lado de otro.

- ¿Disculparte por qué?

- Por dos cosas, por agarrarte de los hombros sin permiso, y por la muerte de Saonji.

- ¿Fue apropósito?

- La muerte de Saonji no, fue al azar. - Entonces también pude ser yo...- Y lo del abrazo sí.

El ascensor llegó a su destino y los dos salimos hacia el exterior.

- ¿Quieres ir a mi cabaña? - ¿Eso fue una invitación indecente...?

- ¿Disculpa? No gracias. - La verdad si quería ir...

- No pensaras que te voy a matar, ¿O si?

- Nunca dije eso.

Seguimos en camino hacía la primera isla en silencio.

Nos fuimos hacía la playa.

- ¿Estás bien? - Me pregunto mientras nos sentabamos en la arena.

- Sí.

- No lo pareces.

- Por supuesto que no lo parezco, una amiga mía se acaba de morir y quieres que este como si nada.

- Perdón...

- Dime Komaeda, ¿Para ti es tan terrible estar aquí como para matar? - Solte esa pregunta de la nada.

- ¿A que te refieres?

- Para todo el resto es terrible estar aquí, matandonos mutuamente. Pero considero que aquí es mucho mejor que el exterior. - Vi su cara confundida así que decidí continuar. - Me refiero que aquí estamos en un lugar seguro sin las críticas constantes de la sociedad.

- Pero podemos morir en cualquier momento por nuestros amigos, ¿no?

- La verdad no me molestaría morir. Admito que le tengo mucho miedo a la muerte, pero si muero sería para mi como una escapatoria de este mundo, solo que no quiero morir con dolor. - Y auque muera, me despertarían después de salir de la simulación o volvería a mi mundo.

- Una escapatoria... - Se quedo pensando en mis palabras.

La verdad, al comienzo para mi era un sueño estar acá. Estar tan feliz aquí junto a los personajes que soñe conocer toda mi vida, es un sueño irreal que por mucho dolor que tenga que pasar y ver a todos los personajes que aml morir, estoy feliz de estar acá.

Tenía liberar este sentimiento de nudo en mi estomaga de alguna manera. Por eso me saque los zapatos junto a los calcetines con intención de meter los pies al agua.

- ¿Qué haces? - Pregunto curioso.

- Viviendo lo poco que me queda de vida. - Corri hacía el mar.

El mar reflejaba la luz de la luna, el agua no estaba ni tan fría ni tan caliente, era todo perfecto.

Meti mis pies al mar sintiendo la arena metida entre mis dedos.

Por instinto empecé a saltar y dar vueltas. Alzaba los brazos hacia los lados y daba vueltas.

Sentía el aire entre mi pelo, entre mi ropa, entre mis manos.

El agua saltaba en el aire mojandome la cara y mi cuerpo.

Era feliz, estaba disfrutando el momento por primera vez desde que llegue. No había podido hacerlo desde que llegue, por miedo a la muerte de mis ahora, compañeros.

- Escaparemos juntos.- Komaeda tomo mis manos y me acerco al el, no me había dado cuenta cuando llegó.

Nos quedamos un momento así, abrazados disfrutando de la luz de la luna y el mar en nuestros pies.

- Vamos, es tarde. - Me llevo de la mano de vuelta a la arena.

Tome mis zapatos y mis calcetines, así fuimos caminando hacia el hotel.

- ¿Tienes miedo? - Me pregunto para romper el silencio que se hizo entre nosotros, el cual por cierto, no era incómodo.

- Aveces.- Dije sin dejar de mirar al frente. - Por mucho que diga que es mejor morir, si estaría apunto de morir no estaría feliz, haría lo que fuera por seguir viviendo.

- Ya veo... - Fue lo único que dijo antes de volver al silencio.

Unos 5 minutos después llegamos al hotel.

- Aquí nos separamos. - Dijo. - Auque la opción de ir a mi cabaña un rato sigue en pie.

- ¿Por qué tanta obsesión con que vaya a tu cabaña? - Lo cuestione alzando una ceja. - ¿Qué se supone que haríamos en tu cabaña?

Silvió. - No pensé que fueras de esas chicas.

- ¿Qué tipo de chica?

- No seguiré esta conversación. - Dijo con un sonrojó.

- ¡Yo solo pregunté! ¡Malpensado! - Me di media vuelta con intención de irme a mi cabaña.

- Yo no fui lo que lo empecé. - Me detuvo sosteniendo mi mano y atrayendome a él.

- Adios Nozomi, nos vemos mañana. - Dijo abrazándome.

- Adios Nagito. - El se separó de mi y cada quien fue a su cabaña.

Llegue, cerré la puerta con llave y me tire a mi cama.

Estaba muy avergonzada, por lo que había pasado entre Komaeda y yo. Admito que antes de entrar al juego era mi personaje favorito y leía mucho FanFics de el, ¡Pero en persona es diferente!

El es un antagonista y me puede matar en cualquier momento si ya no le sirvo, solo estoy siendo usada por el.

¡Pero es tan lindoo!

Me quede mucho rato pensando en eso para luego quedarme dormida.

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