𝟎𝟑𝟔

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— ¿Me pediste venir contigo para grabar el momento y así pasarlo en tu boda?

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— ¿Me pediste venir contigo para grabar el momento y así pasarlo en tu boda?.

Reborn miró a Juan con el ceño fruncido.

— Te pedí que vinieras para darme apoyo moral. — Dijo el castaño. — Y en silencio, por favor.

Juan a veces no comprendía esa forma de mostrar cariño que tenía Reborn hacia sus amigos, y solo hacia ellos, porque él era testigo de cómo el castaño se ablandaba totalmente con Auron.

Cuando el reloj marcó las tres y cincuenta y nueve, Reborn le hizo señas a Juan para que se escondiera, y este se apresuró a cubrirse detrás del telón.

A las cuatro en punto la puerta se abrió, y Reborn vio los ojos de Auron dirigirse hacia él.

Asintió levemente, indicando que todo iba según el plan.

Detrás de él, Iván amagó a irse, pero Auron tomó su mano, tirando de él para obligarlo a avanzar.

Confundido, y más aún cuando Reborn cerró la puerta detrás de sus ruedas, Iván miró hacia todos lados, hasta que su mirada cayó sobre las manos que los dos chicos tenían unidas.

— ¿De qué me perdí?.

— No voy a ser yo quien se confiese. — Dijo Reborn, sonriendo de lado.

Apagó las luces para encender el reflector que apuntaba hacia el pequeño escenario del aula.

— ¡Juan! ¡Ven y pon los huevos necesarios!.

— ¡No soy gallina para poner huevos!.

— ¡No me hagas ir por ti!. — Durante unos segundos, no tuvo respuesta. — ¡Si voy, te sacaré a patadas!.

El telón se movió y no se tardó en ver a Juan caminar y mover las manos de forma nerviosa, hacia el reflector que iluminaba el escenario.

Pareció abrir la boca para decir algo, pero en cuanto cruzó miradas con Iván, se congeló.

Comenzó a lamer sus labios varias veces, mirando a distintos puntos del suelo.

Auron codeó a Reborn.

"Tú no estuviste tan nervioso". Leyó.

El castaño se encogió de hombros.

— Juan es raro, más raro que yo.

— ¡Iván Buhajeruk!.

Ambos chicos volvieron a prestar atención a lo que estaba pasando.

Juan tenía los ojos apretados con fuerza.

— ¡Me gustas! ¡Mucho!.

Hubo un silencio incómodo durante varios segundos, hasta que las ruedas de la silla de Iván comenzaron a girar, acercándose al escenario.

Juan abrió los ojos para encontrarse con el chico, y las pequeñas lágrimas en sus mejillas le partieron un poco el corazón.

— Estoy completamente enamorado de ti. — Murmuró, al punto que solo Iván pudo escucharlo.

El chico en la silla sonrió, mostrando sus dientes y dejando caer unas lágrimas.

Juan bajó de un salto del escenario, abrazando a Iván con firmeza.

Lo había extrañado.

Llevaban más de dos semanas sin hablarse, sintiendo que una parte de sí mismo faltaba.

— También me gustás, Juan.

— También me gustás, Juan

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𝐌𝐔𝐓𝐄  ⭑  𝐑𝐄𝐁𝐎𝐑𝐍𝐏𝐋𝐀𝐘  ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora