Broken heart // Jaden Walton

chapter 26

•Taylor•

Salí de la sala de juegos y me dirigí al cuarto de Jaden, empezaría por ahí.

Estaba 99% segura de que no me costaría encontrarlo porque siempre esta en su cuarto.

La puerta estaba cerrada y vi que por debajo se veía luz azul.

Llame aunque pensé en no hacerlo. Segundos después se abrió la puerta, bueno, abrió la puerta.

Tenía el pelo mojado y no llevaba camiseta.

¿Premio o castigo?

Aparté la mirada cuando caí en el momento wattpad que estaba viviendo.

— ¿Que?

— Javon quiere que vayas a la sala de juegos con nosotros.

— ¿Y por que vienes tu si es Javon quien quiere?

— Que se yo, me pregunto lo mismo.

— Te ha sobornado.

— Se puede decir que un poco.

— ¿Chuches?

— 5 bolsas de mis favoritas.

— Llaves— susurró, se sigue acordando. Sonreí por un segundo pero dejé de hacerlo cuando caí.

— Bien, ¿vienes o no?

— Claro, me visto— asentí— puedes pasar— dijo mientras iba hacía el baño con la ropa.

Entré y me senté en su cama, vi su móvil al lado y me tentaron las ganas de hacerme una foto.

Estaba decidida por no hacerlo pero ganaron mis dos neuronas quemadas y acabé haciéndome una foto.

Todavía tenía la misma contraseña, el día que empezamos.

No voy a mentir, mi contraseña es la misma.

No iba a ponerme sentimental. Abrí la cámara y me hice una foto.

Como mis impulsos mandan, la puse de fondo de pantalla, una sorpresita.

Cuando acabé, dejé el móvil en su sitio y esperé a Jaden.

Salió minutos después y fuimos hacia la sala otra vez. Se puso a jugar con los chicos mientras que yo hacía lo mismo de antes con Jayla.

Vi que Jaden iba a agarrar el móvil y me empecé a reír sola, por suerte no me escuchó.

Al final me delató sola antes de tiempo.

Abrió el móvil y le salió una risa, luego me miró y yo ya estaba con un ataque pero que pude controlar.

Jayla me miró y se quedó así unos segundos hasta que giré mi cabeza para verla.

— ¿Que te pasa?

— Nada, me rio sola.

— Claro— asentí— hoy se estan portando muy bien.

— ¿Quien?

— Jaden y tu.

— Bueno, peleo con el si quieres.

— No por dios.

— ¿Y que hago?

— Hacerme un masaje.

— 5 paquetes de mi chocolate favorito.

— 2 que es muy caro.

— 4.

— 3.

— Bueno, lo acepto.

Entre las chuches y el chocolate voy a acabar en el hospital y sin dientes.

Me puse a hacerle el masaje a Jayla, solo tres minutos y contando el tiempo porque siempre intenta poner más.