Mi Mejor Papel [ErwinxArmin]

THOMAS Y FLOCH, CERCA DEL SOL Y LA LUNA

Dos semanas se pasaron volando y Erwin podía soportar las burlas y molestias que le causaban por ser "el amante" de Levi, pero que molestaran al susodicho ya no le estaba gustando para nada. 

Levi y él habían empezado a recibir un fuerte bullyng por parte de muchos de los alumnos y alumnas, siendo verdaderamente el más afectado Levi, aunque a él le valía mil hectáreas de bledos, incluso le había partido la nariz a un idiota que se le acercó de más para molestarle, se había acercado demasiado al sol pensando que no se quemaría. 

Pero Levi verdaderamente se podría decir que daba hasta lástima, siempre tratando de acercarse a Eren, siempre que podía, siempre que lo tenía en su radio de visión. Sin embargo, Eren seguía de orgulloso, ahora ya no se sentía triste, estaba molesto, mucho, en ese tiempo de dos semanas habían pasado varias cosas, como el surgimiento del club de fans que emparejaban a Erwin con Levi, Eren casi echaba espuma por la boca del coraje.

Eso hizo que Eren, el cabeza dura con hormonas revolucionadas y su carácter de adolescente se quisiera mantener lo más alejado posible de Levi, quien no se rendía de querer hablar con el muchacho al que amaba, que realmente, realmente, ¡realmente! amaba, porque era orgulloso, y solo si lo que sentía era real iba andar metiendo la cola entre las piernas para que le escuchara. 

Erwin por otro lado se sentía un tanto contrariado, Armin no le había dejado de hablar, pero ya no lo hacía como antes, por un día no le dio importancia, pero ahora con dos semanas, con Armin en el club de ajedrez y con Thomas pegado a él en todos los recesos, como que ya le preocupaba que el rubio de menor estatura no le estuviese hablando tanto.

Armin se había unido al club de ajedrez y de paso al grupo de matemáticas en el que ese club estaba involucrado, además de los torneos de ajedrez, también participaban en eventos y competencias de matemáticas y, por qué no, también de física y química. Armin se había interesado mucho en todo eso, y le estaba ayudando a pensar más claramente y a sobreponerse de ese feo episodio donde fue vilmente usado y vergonzosamente rechazado de la peor manera, si bien aún no podía olvidar a Erwin, estar en el club le ayudaba a distraerse.

Thomas era un chico muy dulce, le explicaba con paciencia cómo funcionaban en el club, él era el presidente de este, y se tomó el tiempo de hacerle hasta un calendario con las actividades, lo añadió a los torneos con los aprendices y principiantes y le estaba en ese momento enseñando la siciliana, estaban en la biblioteca, Thomas frente a Armin quien jugaba con las piezas negras. 

—Armin, creo que de esa forma te quito a tu reina, amigo.

El chico capturó a la reina y Armin hizo un puchero.

—Creo que deberíamos tomar un descanso. Llevamos más de una hora en esto.

— Sí, ya me aburrí un poco de estar perdiendo.

— No te preocupes. —Thomas volvió a colocar en orden las piezas en el tablero mientras Armin se disponía a abrir su botella de agua, se la llevó a los labios y le dio un sorbo.

— ¡Ey, Armin! —Erwin saludó en voz alta, haciendo a Armin casi escupir su agua por la sorpresa.

— ¡Shhh! Es la biblioteca, Erwin. — Lo regañó Thomas quien también se sorprendió un poco con el saludo del rubio.

Armin se limpió la boca con su pañuelo pues algunas gotas de agua sí se le habían escurrido por entre sus labios.

— Lo siento, los vi a lo lejos y quise venir a saludar. —Mentira, Erwin tenía todo el rato de estarlos vigilando, esa cercanía de Thomas con Armin no le estaba pareciendo tan inocente.