Mi Mejor Papel [ErwinxArmin]

QUE INICIE LA SEDUCCIÓN

- ¡NOOOOOOOO!

Míster dramas había sido despertado.

- ¡Armin, debes irme a visitar al calabozo!

Era la hora libre, y tenían al menos dos horas para disfrutar sin clases. Levi, Eren, Armin y Erwin jugaban al Titán-poli, y Erwin volvía a caer en el calabozo.

-Y si es posible pide la visita conyugal para charlar más tranquilamente.

-Tsk- Levi chasquea la lengua. - Si lo que quieres es coquetear, Eren y yo podemos irnos.

No es necesario mencionar cómo el rubio más bajo se sonrojó y rió nervioso.

-Bueno, si quisiera coquetear yo simplemente lo haría. - responde Erwin sin quitarle la vista de encima a un más avergonzado Armin.

-Joder, yo solo quiero jugar. - Eren se quejaba, realmente deseaba llegar a Marley para poder tener todo el poder, jodido juego de dados, mejor hubiesen jugado Muros y Escaleras.

Pasaron jugando todo el rato, los viernes de verano eran bastante calurosos, Eren se terminaba quejando a cada rato de que él era el que menos suerte tenía y siempre terminaba siendo el más endeudado en el juego.

Finalmente, después de aburrirse los cuatro, dejaron de jugar, Eren y Levi se pusieron de pie y dijeron que irían por unas bebidas, se fueron tomados de las manos mientras los dos rubios se quedaban guardando el juego en su caja.

-¿Crees que vuelvan pronto? - Pregunta Armin divertido.

-No lo creo, mejor vamos por nuestras propias bebidas. - Ofrece el más alto cerrando la caja del juego y tomándola bajo el brazo.

Y así hicieron, Erwin le invitó su bebida de uva favorita, cada cosa pequeña que fuese del gusto del rubio más bajo él se la iba guardando en su maquiavélico cerebro de actor dramático. La hora libre terminó y ni sombras de Eren y Levi, ambos reían, pero cuando Armin no lo veía arrugaba el entrecejo en una expresión aburrida.

Erwin no sabía que realmente estaba empezando a ganarse el corazón inocente y amable de Armin, solo pensaba en su venganza y en lo divertido que sería sacar a Armin el 30 de marzo y no dejarlo volver hasta ya muy pasada la noche. Oh si, Eren pasaría su cumpleaños sin la compañía de su mejor amigo.

-Erwin ¿En qué piensas? - Le pregunta Armin sacándolo de sus ensoñaciones, sin darse cuenta sonreía como si estuviese pensando en lo más alegre que jamás le habría pasado.

-Ah... Lo siento, pensaba en la siguiente obra, será un éxito. - Mintió descaradamente.

-Si, sé que lo será. - Le sonríe amablemente y palmea su hombro con ánimo. -Ahora vámonos que ya es hora de entrar a la clase. - Hace el amague de levantarse de la banca en la que estaban sentados pero el alto chico lo toma de la mano.

-Espera... mmm... - Claro que las intenciones de este fornido chico no eran las mejores, volteó su mirada fingiendo vergüenza. -Tienes... la cinta de tu zapato suelta.

Se pone de pie y se inclina frente a él empezándole a atar las cintas que realmente estaban sueltas.

-Erwin... yo puedo hacerlo solo...- dice sintiéndose caliente de las mejillas, estaba sonrojado.

-No es nada, ya terminé. - Se pone de pie y le sonríe con cierta malicia que no pasó desapercibida por Armin.

Luego de eso volvieron al salón donde se encontraron a Eren y Levi, el primero más avergonzado que el azabache de baja estatura. El resto de la tarde fue más un aburrido infierno con operaciones aritméticas en la cual Erwin cayó profundamente dormido y fue despertado al recibir un azote en su pupitre con un libro por el profesor. Todos en el salón rieron, incluido Levi que era tan callado y amargado, todos, excepto Armin que lo miró preocupado, si se hubiese fijado antes lo habría despertado él mismo. Eso fue algo por lo que se disculpó al terminar las clases.

Los cuatro se despidieron al salir y esta vez Eren no acompañó a Levi a la estación de autobuses puesto que Carla quería preparar un guiso de res, así que tenían como misión comprar las verduras y la carne.

Los dos amigos, Levi y Erwin, caminaron juntos hasta la parada de autobuses donde Levi abordaba, el pelinegro no perdió oportunidad para volver a amenazar a Erwin.

-Escucha, cejotas... - Llama su atención. –No sé qué planees con Armin pero espero que no sea algo malvado. Él es muy buena persona, no quiero que vayas a hacer una pendejada.

-Ah, vas con eso de nuevo. Ya te lo dije, que a mí realmente me interesa conocerlo, como dices, es buena persona y realmente me ha caído muy bien... Excepto por esa manía de saberlo todo...ugh... da algo de miedo.

-Si le haces algo te juro que...

-Nada malo va a pasar ¿De acuerdo? – Lo interrumpe algo molesto. –Tú tienes ya tu vida, déjame hacer la mía. Mira que ahí viene tu autobús, mejor ve a tomarlo.

Levi lo mira con los ojos entrecerrados, mirándolo de pies a cabeza, escaneándolo. Se despidió y subió a su autobús. Erwin no necesitaba viajar en ningún transporte, vivía cerca de la escuela, a 20 minutos a pie, de hecho.

Al llegar a la casa, lo primero que hizo fue buscar su celular para descansar y distraerse un rato jugando. Tras una hora, decide enviar un mensaje Armin.

- "Hola ¿Has llegado bien a casa?"

El mensaje no tardó en ser respondido, suspiró hastiado puesto que quería ir a ducharse y el chico le pareció desesperado. Lanzó el celular a la cama y se desvistió para ir a ducharse.

Se tardó media hora en bañarse, entre lavar bien su cabello con champú y acondicionarlo hasta dejarlo suave y sedoso. Salió del baño, se vistió, fue a cenar a la cocina con su padre, hizo su tarea y a eso de las 10 pm abrió el mensaje.

- "He llegado muy bien, gracias ¿Qué hay de ti? Recibí un paquete, mira, te dejo una foto. Son los libros de literatura y poesía barroca de la colección de papá. Me los envió porque dice que no puede guardarlos en su lugar de trabajo.

FOTO ADJUNTA DE UNA PILA DE ALMENOS 25 LIBROS"

Erwin dio un salto sentándose en la cama al ver todos aquellos libros, reconociendo entre los títulos el de Luis de Góngora y Argote. De inmediato respondió preguntando por el libro, pero ya era tarde y probablemente ya Armin estaría dormido.

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Holis, espero que disfruten de la actu de hoy. 

Gracias por leer, os amo ♥♥
Beshoos y abrashoos (/^3^)/