LET'S PRETEND

CAPITULO 9. Avergonzados

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Despertó aturdido y con un fuerte dolor de cabeza. Además sus sueños extraños lo tenían confundido.

Trató de buscar el reloj o celular para saber qué hora era, pero un peso extra lo impidió moverse, se giró levemente y se topó con la cabeza de la peliazul recargada en su hombro mientras que su brazo y pierna lo usaban como un cojin abrazable.

-. . .-

El pelinegro no sabía qué pensar, cómo reaccionar, estaba en blanco, sintió que empezó a sudar y se maldijo mentalmente por sus estúpidas reacciones.

Su cabeza daba tantas vueltas "-¿No fue un sueño? ¿Qué pensará de mi?-" su corazón empezó a latir y nuevamente maldijo a las emociones.

¿Por qué se sentía así? Ya habían pasado años . . . Debía aprender y aceptar ese rechazo, debía dejarla ir.

Sintió como la chica de su lado se empezó a mover, parecía que estaba despertando.

Abrió su perlada mirada lentamente, se había quedado completamente dormida, inmediatamente los recuerdos vinieron a su mente y miró donde estaba, para su sorpresa se había quedado dormida junto al Uchiha.

-¡Ah!- gritó mientras brincaba de la cama completamente roja de la vergüenza, buscó la mirada de su compañero y este seguía dormido.

Tapó su boca, en un intento desesperado de que ese gritó nunca hubiera salido, con pasos cortos y silenciosos corrió hacía él baño.

El Uchiha abrió sus ojos, fingir dormir era su ruta de escape. No tenía cara para mirarla, pero sin duda debía disculparse.

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Tomar un baño fue la mejor idea que pudo haber hecho, su vergüenza disminuyó considerablemente, almenos tendría el valor de ver al Uchiha.

Salió de esa gran ducha y observó que el cuarto estaba vacío -¿Uchiha-san?- preguntó en busca de una respuesta.

Su mirada se dirigió a la gran cama y recordar que durmió con el hizo que apareciera un sonrojo en su rostro, pero en ella había una pequeña bandeja con desayuno y una nota.

Tomó la nota extrañada:

"Lamento todo lo que pasó anoche.

-Sasuke Uchiha"

Ella sonrió, siempre le habían dicho que Sasuke Uchiha era el hombre más orgulloso y tal vez fueron los años que pudieron hacerlo cambiar, pero esa disculpa le había parecido lo más tierno.

En lugar de tomar aquel desayuno, salió en busca de su futuro jefe, quería agradecerle personalmente.

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Caminó por los pasillos del vistoso hotel, en búsqueda de una cabellera negra específica, simplemente algo en su interior le gritaba cierta felicidad, sin saber por qué.

El hotel era hermoso, pues en su recorrido se vio distintos lugares verdes y espaciosos, sin embargo sabía en cierto modo que el Uchiha no se encontraría en lugares concurridos, por lo que llegó al área de masajes y baños de vapor.

Las locaciones eran privadas y algunos baños eran mixtos, pero dudaría que su jefe entraría a este último.

Apunto de dar la media vuelta escuchó una risa femenina algo escandalosa proveniente detrás la cortina de baños mixtos y fue inevitable captar la atención de la ojiluna.

-Eres muy callado, si no sonríes parecerás amargado~-

El tono seductor se notaba, por lo que la Hyuga se sonrojó, alguien estaba coqueteando, haciendola pensar cuanta confianza pueden desbordar otras personas.

Un mesero la sacó de sus pensares, pidiéndole permiso para entrar con una bebida, ella solo se aparto y de nuevo apunto de irse escuchó algo que la dejó fría.

-Aquí tiene Sr. Uchiha-

-Gracias.-

Seco y frío, reconoció esa voz qué contestó, sin duda esos baños no tenían privacidad.

-Vaya, conque Uchiha...- La joven pelirroja sonrió de forma pícara -Mi nombre es Fūka~-

¿Estaba arto? Sí, bastante tenía con tener que sobrepensar lo que había pasado la noche anterior y como había quedado como idiota frente a la mujer que lo hacía actuar como estúpido en su adolescencia y ahora parecía hacerlo también, su objetivo era relajarse, pero no contaba que todos los baños privados estuvieran ocupados y el mixto tuviera a una mujer irritante.

- Sigues sin hablar... eso solo es más interesante ¿sabes? -

No se percató cuando la mujer ya estaba a su lado, claramente se iba a poner de pie cuando escuchó un debil y agudo garraspeo, captando la atención de ambos.

-Ah... Este... S-sasuke yo venía a darle la gracias y decirle que no se preocupe... - se inclinó avergonzada.

Su sonrojo era notorio, fue casi en automático entrar, pensar que el Uchiha se quedaría a solas con esa voz le causó un sentimiento extraño.

Cuando los vió girar se topó con unos ojos negros y azules mirándola fijamente, unos con cierta impresión y otro con rareza.

-¿Tú quién eres? Te vez patética...-

Su perlada mirada se abrió ante la impresión de cómo le había dicho, con sus manos estrujó un poco su vestido en busca de apoyo. "Patetica" esa palabra la había perseguido la mayor parte de su vida, no pudo decir nada.

-Disculpate con mi esposa, AHORA-

La ojiluna dirigió su atención al Uchiha que estaba a su lado con una mano en su hombro ¿en qué momento llegó ahí?

La pelirroja por su parte solo hizo un gesto soberbio para dar la espalda a ambos.

-Lo suponía, tan inútil que no das la cara, eso sí es patético-

La ojiceleste se giró ofendida, pero la pareja ya se había marchado.

-Espera aquí, deja me visto- mencionó el pelinegro neutral, a la peliazul la cual estaba en modo automático por todo lo vivido, ella se giró a verlo y notó su torso descubierto, solo una toalla cubría su parte baja haciendo sonrojar a la joven.

-P-perdon, s-sí vaya... y-yo ...- tapó con sus manos sus ojos avergonzada, no sabía que tan atractivo podía llegar a verse su antiguo compañero, estaba más que avergonzada por la situación.

Mientras tanto el pelinegro no pudo evitar elevar su orgullo ante la reacción de la ojiluna, pero a la vez contemplar su tierna reacción.
Se marchó a los vestidores pensando que tal vez, no es indiferente para ella del todo y eso lo descubrirá preguntándole, sin duda la vergüenza había sesado.

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CONTINUARÁ

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