III.

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Un día descubrí que Adamas era agradable. Si, toda una sorpresa considerando sus genes.
Lo descubrí cuando Edison lo invitó a nuestro equipo en un proyecto porque "ya hay suficientes cabezas, necesitamos algo de músculo". Por eso y porque yo albergaba la esperanza de que arrastrara a Beelzebub con él.

Las probabilidades una vez más estaban de mi lado, porque así fue.

Humildad aparte, mi equipo siempre fue una bomba en cálculo. Edison, Einstein, Curie y yo.
Digo bomba ya que solía desencadenar una serie de peleas explosivas si el resultado variaba un poco entre los integrantes.
Aunque esas variaciones solían ser gracias a Albert y su afición por inventar reglas, pero ese es tema aparte.

En esa particular guerrilla no fui partícipe debido a que estaba muy ocupado viendo el perfil de Beelzebub de reojo cada diez segundos e intentando que no se diera cuenta.

No tengo ni idea de porqué levantó la voz Marie, pero instantes después se escuchó una silla ser empujada con fuerza y un pelinegro ponerse de pie de forma agresiva.

Todos vimos como desapareció por la puerta, sin molestarse en avisar a nadie y desprendiendo un aura furiosa que salió de la nada.
Adamas lucía preocupado mientras tecleaba en su celular, seguramente enviándole mensajes a su amigo.

No lo vimos más ese día, ni los tres siguientes.

Durante mucho tiempo creí que fue mi culpa.

...

Dogma [Beelzebub x Tesla]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora