Estaba llegando a un punto en mi vida donde estaba a punto de tirar la toalla y conseguir la primera oferta laboral que recibiera, no es que sea algo malo, pero tenía meses buscando un trabajo que me diera una estabilidad económica y con un sueldo bien remunerado al que ya estaba acostumbrada; ya que en mi antiguo trabajo donde dure 3 años nunca elogiaron mis logros o lo que hice por la empresa, entonces decidí dejarlo por la paz y mi salud mental. Estaba cansada de buscar desde mi laptop páginas de empleos; cuando entro a mi perfil de LinkedIn y me encuentro con algo que llama mi atención: ¨Asistente personal para importante empresa líder en el sector del entretenimiento¨ se leía en el encabezado. Supuse que no sería difícil aplicar ya que tenía las aptitudes para el empleo y había dedicado la mayor parte de mi vida a ayudar a mi papa con su empresa y era algo parecido aparte de los años que estuve en la empresa como asistente virtual. Decidí aplicar y que fuera lo que dios quiera, habían sido tantas las solicitudes en línea que había llenado que la emoción ya no era parte de mi pero aun así llene la solicitud online.
Decidí salir a dar una vuelta al centro de la ciudad y comprar un café para despejar mi mente. Mientras recorría el parque central pensaba en todas las cosas que pude haber logrado con mi carrera, pero que desgraciadamente no pude porque nunca se me dio la oportunidad de crecer, lo único de lo que no me arrepiento es la experiencia prendida, las personas que conocí que en algún momento me ayudaron y los lugares que pude visitar al estar en ese puesto.
Regrese a mi departamento por la tarde sin ánimos de nada, más que comer alguna chuchería y ponerme a ver Netflix. Me cambie con ropa más cómoda, ate mi cabello en una coleta y me metí a la cama; abrí mi laptop para ver una serie y note una notificación en mi correo. Lo abrí y se leía lo siguiente:
Adriana
Muchas gracias por postularte para el puesto de Asistente Personal, revisamos tu C.V. y estamos interesados en darte la vacante, por el momento se te mandará un examen online para ver más de cerca tus aptitudes y el siguiente paso será una entrevista de modo virtual y una en presencial.
Si tienes alguna pregunta no dudes en contactarme, estoy a tus ordenes
Samantha P
HR Manager
Salte de la cama de la emoción que casi tiro mi plato con papitas que tenía en mi regazo, sentí una gran felicidad de por fin encontrar algo después de meses de búsqueda, pero también no podía ilusionarme tan pronto hasta que pasara las dos entrevistas, por el momento sentí mucha paz el saber que por fin alguien se fijaba en mi perfil y les interesaba trabajar conmigo. Me volví a recostar y completé el examen online; pan comido. Regrese a Netflix y la serie me absorbió tanto que me quede dormida y no supe de mi hasta la mañana siguiente.
Al despertar recibí un correo con la fecha de la entrevista online, seria en un par de días, eso estaba super bien para mí, así podría repasar un poco lo que se me preguntaría. Esos días anduve de tan buen humor que ya ni pensaba en lo mal que me había estado sintiendo los días anteriores.
Llego el día de la entrevista, y al parecer les agrade y me dieron luz verde para la siguiente entrevista presencial. Estaba tan emocionada que brincaba por toda la casa y es que tan difícil es conseguir trabajo a los 20 sin experiencia como lo es difícil conseguirlo a los 30 con experiencia, porque siempre se van a fijar en la edad. Me decidí a buscar un outfit para la entrevista que sería al día siguiente. Esa tarde me dediqué a limpiar ese closet que había estado postergando por meses y al fin encontré lo adecuado.
Eran las 7 am, desperté con el fulminante sonido de mi alarma; me dirigí a bañarme. Me puse un pantalón sastre en color beige y una blusa blanca holgada de lino para darle un toque entre casual y serio, fajada con un cinto café y unos zapatos de tacón bajo blancos. Tomé mi carro y me dirigí hacia las oficinas que se encontraban aprox unos 40 min de donde estaba yo, gracias a dios no había tráfico y pude llegar a tiempo, o más bien con tiempo de sobra.
Pase por recepción y una señorita me dio acceso al cuarto piso con un gafete. Subí al elevador y me sentía un poco nerviosa ya que tenía tiempo sin hacer esto. Venia absorta en mis pensamientos mirando el piso ,cuando el elevador se para y entra alguien al que no puse atención en un principio pero al escuchar su voz decir buenos días, inmediatamente fije la mirada hacia arriba, era una voz familiar. Era nada más y nada menos que Ricardo Pérez de la cotorrisa. Estaba fangirleando en ese momento pero no me quise ver obvia entonces solo respondí a su saludo y volví a agachar la cabeza. No lo podía creer que estaba en el mismo elevador que él, no sabía que hacer, si pedirle un autógrafo, una foto o nada porque tal vez me vería muy desesperada. Me limite a no decir ninguna palabra hasta que bajara él.
-Huele muy rico, eres tú?- me dijo mientras se acercaba un poco a mí.
Me puse muy nerviosa pero logré contestar su pregunta.
-Supongo, es un perfume muy aromático creo- dije mientras le dedicaba una sonrisa amigable.
Me sonrió de vuelta y dijo -Pues huele muy bien.
Me sonroje y voltee la mirada hacia la pequeña pantalla donde aparece en que piso vas.
-Bueno aquí me bajo yo- dijo Ricardo mientras se abría paso hacia enfrente para salir.
-Nos vemos- dijo mientras se iba de mi vista. Le regrese el saludo mientras se cerraban las puertas. No podía creer que me lo había topado, seguía en shock y solo pude sonreír. Llegue a mi piso donde me esperaban para la entrevista; se acercó una muchacha joven para guiarme hacia la oficina y seguí su paso.
Después de una hora de estar dentro de la oficina se me aprobó el trabajo. Sali de ahí super contenta, no cabía de felicidad, aparte de que ese día también había visto a Ricardo, y le di todo el crédito a él por la buena suerte.
Regrese a mi departamento con la actitud más positiva posible. Llegué me dispuse a tomar una copa de la cocina y servirme un vinito, creo que lo merecía. Me fui a mi cuarto a revisar mi correo ya que se me habían dado algunas instrucciones y datos para poder comenzar el lunes entrante. Era viernes entonces tenía todo el fin de semana para ponerme al corriente y leer un poco de lo que se me mando.
Definitivamente sentía que mi suerte iba a cambiar desde ese día, lo que no sabía era la sorpresa que me esperaba encontrar con este nuevo trabajo.
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La Asistente
FanfictionEsta historia se basa en Ricardo Perez de la Cotorrisa y como conoce a su asistente y poco a poco se va enamorando de ella. Esta historia ficticia solo es para entretener. Disfrutenlo, pinchis morbosos.