CAPITULO 13

154 7 0
                                    

Pasaron algunos días y Ricardo y yo seguíamos mandándonos mensajes casi diario, no habíamos podido vernos ya que el andaba ocupado en grabaciones y yo con bastante trabajo en la oficina. Yo sentía que cada día me enamoraba más, pero, por otro lado, me ponía de nervios que alguien se diera cuenta de nuestra relación.

Llego el fin de mes y era el día donde más trabajo teníamos, ya que teníamos que sacar bastante trabajo, entre pagos, buscar locaciones y papeleo, ya sentía que me estaba volviendo loca. Ese día tuve que quedarme mas horas extras para poder terminar los pendientes. Era una tarde lluviosa, y yo estaba en mi oficina mientras contaba los minutos para irme a descansar. La verdad lo único que quería era verlo. Ricardo me hacia falta, sus mensajes me daban ánimos y me hacia feliz, pero lo necesitaba sentir junto a mí.

Estaba a una hora de salir de mi jornada laboral cuando escucho a alguien bajarse del elevador y saludar a Esme, mi compañera que estaba en la oficina al lado mía. Era su voz, abrí mis ojos con asombro y lo vi entrar a mi oficina. Llego con el cabello mojado por la lluvia, traía una camiseta blanca, que se veía transparente por lo empapado que estaba, una chamarra de cuero negra y unos jeans azules. Se veía tan guapo.

-Hola Adriana, pase rapidito a la oficina por unos papeles y me agarro horrible la lluvia, perdón por mojarte el piso.- me dijo mientras me sonreí a de oreja a oreja.

Yo me levante de mi silla y me acerque a él; le di un abrazo, no me importo que mi ropa se mojara y él se acercó a mi oído y me susurro.

-Te extrañe mucho preciosa.-

Sentí que me estremecía entre sus brazos, la felicidad inundo mi cuerpo y le respondí con un beso en el cachete.

Me aparte de él y me sacudí el agua que había quedado en mi blusa.

-Me da gusto verte Ricardo, que bueno que pases a visitar.- le sonreí.

Esme entro a mi oficina para darme unos documentos. Ricardo agacho la cabeza hacia el piso mientras ella entraba, no quería que se diera cuenta que en su rostro se le notaba la felicidad al verme.

Ricardo tomo asiento frente a mí, mientras yo tomaba asiento en mi lugar.

-Ocupas una toalla para secarte?. Quieres café o te?.- le pregunte.

-No, no te preocupes, así estoy bien, no me moje mucho la verdad.-

-Y que haces aquí?, de verdad?- le hable quedito para que nadie nos escuchara.

-Pues, la verdad, es que ya te extrañaba mucho y tenia ganas de verte; y es que al rato tengo que ir a grabar el otro programa, y sabía que no iba a haber chance de verte en tu casa o en la mía y pues, pase por aquí.- me susurro de regreso.

-Ay que lindo, yo también te extraño.-le sonreí mientras me perdía en su mirada.

-Oye y quien más queda aquí en la oficina?-

-Pues, solo estamos Esme, yo, la chica de RH y pues abajo me imagino que los guardias nomas, porque?.-

-Pues es que estaba pensando que podemos cerrar la puerta y si ya no hay mas gente pues te podría dar un beso, tengo muchas ganas de un beso tuyo.- me dijo mientras se levantaba de su silla.

Yo me puse nerviosa y le hice señas de que eso no lo podía hacer, Esme se iba a dar cuenta y todavía estaba gente en la oficina de al lado. Ricardo no le importo lo que yo dijera y se levanto a cerrar la puerta con llave.

Camino hacia mí y me agarro fuerte de la cintura con sus brazos. Me beso tan intensamente que sentí como me levantaba del suelo. Yo trate de empujarlo por el miedo que alguien nos viera.

La AsistenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora