La Asistente

CAPITULO 12

Era sábado por la mañana y Ricardo y yo habíamos estado mensajeando casi todo el viernes, el anduvo un poco ocupado con presentaciones en un club de la ciudad, pero siempre estaba al pendiente de mí. Decidí ir a la tienda temprano por la mañana para comprar algunas cosas para cuando Ricardo llegara en la noche. Muchos dulces y palomitas para ver una peli a gusto.

Dieron las 6 pm y recibí un mensaje de el que ya venia casi llegando. Pasaron algunos minutos cuando escuche el timbre para darle pase al edificio. Toco a mi puerta y ahí estaba, con su sonrisa pícara.

-Hola, sorry por tardar, pero ya ves como es el trafico aquí.- me dijo mientras iba entrando a mi depa.

-No te preocupes, pasa siéntate, quieres algo de tomar?-

-Si tienes algo helado, esta bien, de casualidad no tendrás café frio?-

-Sabia que te gustaba el café helado y si, compre unos cafés para ti- le sonreí.

Él sonrió mientras me daba las gracias. Después de servirnos el café, nos sentamos en el sillón para elegir una película. No había muchas novedades pero terminamos viendo un documental sobre un asesino serial. Mientras comíamos palomitas, note que Ricardo me veía de repente de reojo y cuando volteaba a verlo, volteaba la mirada hacia otro lado. Creo que estaba un poco nervioso que estuviéramos solos.

Pensé en acercarme y tomar su mano, total, vida solo hay una y que podría pasar si él ya me había dicho que sentía algo por mi igual que yo por él. Me acerque mas hacia donde estaba el y tome su mano mientras la pasaba por mi cintura. Ricardo solo volteo a verme y sus ojos se abrieron de par en par; parecía sorprendido pero después se sonrió. Empecé a sentirlo cada ves mas cerca, y me di cuenta que el se acercaba cada vez más hacia mi cara.

Cuando menos lo pensé sentí su aliento cerca de mi boca, hasta que sus tibios labios tocaron los míos. Eran tan suaves y su beso fue tierno y delicado. En ese momento mi mente se puso en blanco, mientras el me tomaba con sus dos manos de la cintura y me recostaba hacia atrás en el sillón. Continuamos besándonos y podía sentir su lengua jugando con la mía. Yo recorrí sus labios con mi lengua y luego mordí lentamente su labio inferior. Estábamos listos para dar el siguiente paso; pero en ese momento cuando el metía su mano por debajo de mi falda, sonó el timbre de la puerta. Peor momento no pudieron elegir para tocar mi puerta.

Ricardo se quitó rápidamente de encima mío y se sentó a mi lado.

-Ve abre, tal vez es algo importante.- me dijo mientras se sentaba un poco más lejos de mí.

Yo me levante un poco preocupada porque era raro que alguien me buscara a esta hora, a menos que fuera una emergencia. Camine hacia la puerta y toque el interfon para checar quien era antes de darle acceso al edificio.

-Quien es?- pregunte.

-Soy Slobo, Adriana, esta Ricardo ahí contigo?- respondió del otro lado.

Ricardo se levantó del sillón y camino hacia mí.

-Pinchi Slobo, le dije que no me molestara el cabron, que chingados querrá?- dijo mientras se acercaba a la puerta.

-Tal ves es una emergencia, mejor le abro...Pasa- le dije mientras le daba acceso.

-No mames, que manera de matar el mood este wey, jajaja, pues ya que chingados.- me dijo Ricardo mientras se reía.

Toco la puerta Slobo y Ricardo le abrió.

-No mames pinchi Slobo, te dije que iba a estar ocupado que no estuvieras chingando wey-

-Primero que nada, hola Adriana, no interrumpí nada verdad?, jajaja- dijo mientras se acercaba a saludarme.

-No, como crees, solo estábamos viendo pelis y comiendo.-le conteste.

-Aaaa menos mal, jajaja.- me respondió.

-Bueno y que chingados quieres wey?, que era tan importante para venir hasta acá wey e interrumpir el bes..que diga, la película- dijo mientras ya se veía molestia en su cara.

-No me lo vas a creer wey, pero nos contactaron de un talk show en estados unidos cabron, no me creas mucho pero sospecho que es de alguno de los Jimy's y necesitamos estar los dos para confirmar con él, seria checar fechas y eso y se que te ibas a emocionar wey y no podía esperar a contarte wey.-

-Es neta Slobo?, me pudiste avisar por mensaje cabron.-dijo mientras le contestaba ya molesto.

-Pues te mande varios mensajes para decirte que tenía buenas noticias, pero quien sabe que estarías haciendo wey que jamás los contestaste.- Slobo le dijo mientras se sonreía y volteaba a vernos en modo carrilla.

-Ay cálmate wey, pues no te dije que estábamos viendo una peli, bueno pues y que tenemos que movernos ahora ya o que pedo?-

-Pues sí, necesitamos ir con Bryan como en media hr y por lo mismo vine hasta acá.-

-Puta madre, que mal momento para tener que irme.- dijo mientras agachaba la cabeza

-No te preocupes Ricardo, no hay problema, nos podemos ver otro día.- le sonreí.

El me volteo a ver con una mirada entre tristeza y preocupación.

-Pero, pero, yo quería quedarme contigo.-

-Si, pero esto es muy importante, ve, ándale, vayan de una vez, se les va a hacer tarde.- le conteste mientras le sonreía.

Slobo y Ricardo asintieron y Slobo fue el primero en salir.

-Nos vemos Adriana, que estes bien y perdón por el inconveniente pero si este pendejo me hubieras contestado.- dijo mientras rodaba los ojos y se burlaba de Ricardo.

-Cálmate cabron.- le contesto.

-Bueno, pues ya ves, no me voy, me llevan, jaja, pero te prometo que te voy a reponer la cita ok?, te lo prometo.-me dijo mientras se acercaba a mi a darme un abrazo.

-Si, no te preocupes, como te dije, yo te espero, no me voy a desaparecer, ya habrá más tiempo para pasar juntos.-

Ricardo se soltó de mi y se acerco a darme un beso de piquito. Slobo estando fuera alcanzó a ver y solo pude ver su cara de sorpresa cuando Ricardo se apartó de mí.

-Lo sabiaaaa, lo sabía wey, algo había entre ustedes.- grito mientras nos apuntaba a los dos y se reía.

-Si wey pero tu calladito, acuérdate, nadie tiene que saber de esto o si no, la corren o me corren a mi.- le dijo Ricardo mientras le hacia seña de que se callara.

Ricardo se despidió de mi y se dio la media vuelta. Cerré la puerta detrás de ellos y me quedé recargada en ella, pensando en lo que había pasado. Sentía mariposas en el estomago de recordar su beso, fue tan dulce y tierno y a la vez sentía que me prendía cabron. Estaba segura de que esa noche algo mas pasaría. La tensión ya la teníamos desde el ultimo día de la gira y sabía perfectamente que así como yo, el también tenía ganas de estar conmigo.