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- ¡SOMBRA POR FAVOR NO LE HAGAS NADA! - rogó la yegua mayor intentando soltarse de las cadenas que la mantenían cautiva.
Ajeno a su desespero el nombrado nada más la mirada sin dejar de levitar su taza de té con su rojiza magia, gozando internamente de la desesperación que la princesa mostraba por salvar al podré corcel tras él que no entendía la desesperación de la princesa de un momento a otro.
El como llego él allí, era aún borroso en su mente.
Solo recordaba que estaba yendo en dirección a la reunión que un pequeño grupo de ponis habían hecho de manera discreta con el objetivo de revelar las atrocidades que ocurrían en el imperio desde que ese gran y oscuro semental sucumbió a la corona. Las primeras sospechar fueron el anuncio de encierro en los calabozos por usurpación a la paz en los mercados, cosa que no debería causar tanta sospecha, ya que era algo que se tuvo que erradicar hace años, y con el reinado de Amore estuvo casi imperceptible, más la nueva ley fue diferente.
De la nada muchos de aquellos ponis que robaban en los mercados apareció poco a poco, los vendedores no sabían porque de la noche a la mañana esos ponis se arriesgaban en robar con más ímpetu que antes, acabando en persecuciones, arrestos y peleas sin sentido.
Los vendedores y compradores del mercado no sabían porque hicieron esas movidas ni porque, solamente sabían que ya habían más de 10 ponis tanto hembras y machos enviados al calabozo por ladrones en apenas dos semanas desde que se anunció la nueva ley.
Cuando se corrió el rumor de que esos ponis habían saqueado en grupos el mercado para darse sustento en conjunto y así evitar ser atrapados uno a uno, los habitantes no sabían que pensar con respecto a eso, después de corrió otro rumor que decían que en los calabozos eran torturados de acuerdo a la cantidad de objetos que robaban a punta de latigazos.
Eso horrorizo a la población, tanto que empezaron a aparecer los primeros ponis que sacaron muchos más rumores con respecto a la forma en la que sin previo aviso llevaron a la corona a ese semental que casi nadie conocía.
No fue hasta que algunas sirvientas del castillo también se metieron en esos rumores, alegando que los y las guardias reales que cuidaban el castillo actuaban de manera extraña, tenían poco contacto con los mismos familiares que trabajan allí y que hasta pasaban de largo cuando se les hablaba, solo respondiendo a las órdenes del Rey.
Llegando a ese día, dónde en la reunión de ese día, se corrió el rumor de que la mismísima princesa Amore estaba encarcelada en el lugar por el mismo Rey Sombra.
