Fuerte [Kacchako]

Capítulo 9

Despertó con los ojos irritados. No tardó en darse cuenta de que estaba en una especie de hospital hecho de lonas. La peste a carne putrefacta y medicamentos no tardó en llegar a su nariz, provocándole náuseas.

—Por fin despiertas— se giró y miró a Mina

—¡Mina!— para abalanzarse sobre ella

—¡Hahahahaha! Parece que ya tienes fuerzas— se separó del abrazo para mirarla— Bakugo nos ha dicho que nos sacaste del agua en un "acto completamente suicida pero jodidamente exitoso" — imitó su voz y rieron— muchas gracias, ¡Sabía que eras la mejor rescatista!

Sonrió, le dolía todo y estaba vendada pero se sentía aliviada al ver a su amiga ya despierta

—¿Dónde están los demás?

—Se están preparado para salir— Uraraka se intentó levantar, completamente alarmada por llegar tarde— oye oye, ¡Tranquila! Tú y Bakugo os quedareis aquí descansando, estáis agotados, lo que habéis hecho ya ha adelantado mucho trabajo así que os uniréis mañana

Relajó los hombros—¿Y donde está?

—Ha ido a estirar un poco las piernas, lleva toda la tarde aquí pendiente de si despiertas o no— la miró con picardía—que caballero, ehhhhhh

—¡Mina!—bufó avergonzada y la rosada rio. ¿De verdad no se había separado de ella? Entonces vio el cabello cenizo a lo lejos y se puso más roja. ¡Maldita Mina!

—Bueno, me voy que tu guardaespaldas ya ha llegado— y salió corriendo antes de Uraraka la atrapara

Bakugo llegó a su altura, también estaba vendado y tenía el traje algo roto, dejando a la vista parte de sus brazos y torso

Se avergonzó más por estar mirándolo tan fijamente

—Endeavor ha dicho que han llamado tus padre- — saltó de la camilla completamente emocionada, tanto que lo golpeó y, con ello, lo lanzó al suelo— ¡Ten más cuidado maldita loca! ¡Cuando vuelvas vas a morir!

Pero no le hizo caso

—¡Endeavor!— agitó el brazo para llamar la atención del héroe, que frunció el ceño

—Uravity te vas a enfermar— la tapó con la capa que llevaba en los hombros

—Bakugo ha dicho que mis padres han llamado

El héroe sonrió— puedes estar tranquila, los están trasladando a un hospital junto a unos cuantos heridos porque tu padre se ha roto una pierna, pero nada más grave. Los podrás ver cuando les den el alta y si hay suerte mañana los podrás llamar

Uraraka saltó de la emoción y lo abrazó por el cuello haciendo que arqueara su espalda de forma brusca

—¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!— Endeavor palmeó su cabeza y la separó para decirle que debía volver dentro. Ella asintió mientras entraba dando saltitos de felicidad. ¡Sus padres estaban bien! ¡No había nada que pudiera estropear su humor!

—¡Vuelve aquí cara redonda!— se detuvo en seco, tenía los ojos blancos, el pelo lleno de barro y de sus palmas salían explosiones.

—¡Siento lo de antes!— dijo mientras corría entre las camillas para esquivarlo, estaba completamente muerta, pero, de la nada, una mujer de unos cuarenta años los tomó por las orejas

—¡Niños! ¡Esto no es una guardería, mantened las formas!

—L-lo siento— se disculpó mientras se sobaba la oreja y Bakugo resoplaba sacando los dientes y moviéndose bruscamente. Como ya no necesitaban cuidados especiales los llevaron a una zona de descanso para héroes, varias lonas más pequeñas con cuatro camas.