Capítulo 12

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El móvil empezó a vibrar así que se separó un poco de los demás

—¿Si? ¿Pasa algo mamá?— era raro que la llamara así tan de repente

—Ochako cariño...—se oyó un suspiro y ella apretó el teléfono— no podemos ir mañana, lo sentimos muchísimo, el tsunami ha retrasado demasiado las obras y tenemos que estar aquí, de verdad que lo sentimos cariño

Sintió como su cuerpo se paralizó

—P-pero es Navidad— fue lo único que pudo articular, para ella era muy importante que estuvieran aquí, no los había podido ver desde el verano y esta noticia había sido demasiado inesperada. Por una vez pensó que podría volver a tener unas buenas navidades, que este año podrían estar más con ella y no llegar justo la noche de Navidad o el día siguiente, pero no, ahora no iban ni a estar.

Y lo peor es que no era su culpa

—Lo sabemos cariño, nos puedes llamar cuando sea y estaremos todo el rato pendientes de ti— se oyó un sollozo— nos encantaría estar allí contigo, pero de verdad que no podemos

Tomó aire y intentó no sonar muy apenada

—De acuerdo, l-luego hablamos

Colgó. Por un momento olvidó que estaba en la sala común, que, aunque estuviera algo apartada, todos la podían ver, pero todo a su alrededor se había detenido para ella. Se sentía perdida, sin poder respirar, sola...

Quería desaparecer y llorar.

Aunque siempre había sido duro el poco tiempo que estaba con sus padres intentaba ser fuerte porque sabía que en Navidad, aunque fuera solo un día, estarían con ella

Porque Navidad es su festividad favorita, y ahora no tendría con quien pasarla

Sola

Sola

—¿Ochako estás bien?

La amable voz de Deku se coló entre sus pensamientos y hizo que se girara. Observó los ojos verdes preocupados y intentó sonreír, pero solo consiguió hacer una mueca que lo preocupó aún más

Inmediatamente Deku se acercó pero ella dio un paso hacia atrás dando un enorme suspiro

—Estoy bien

Y salió corriendo escaleras arriba. No iba a dejar que nadie la viera así.

Deku intentó ir detrás de ella pero Mina lo frenó

—Dejémosla un rato sola

La miró y suspiró, rendido. Quería ayudar a su amiga, que estuviera feliz, y se sentía completamente inútil

Mientras, Uraraka había volado hasta el tejado, necesitaba estar sola y sabía que si se quedaba en su habitación irían a buscarla

Estampó su frente contra las rodillas mientras dejaba que las lágrimas recorrieran su rostro. Estaba harta de todo esto, de verdad que quería empezar a dejar todo ese bucle de dolor, pero solo conseguía adentrarse más

Oyó la campanita que emitía su teléfono cuando le entraba algún mensaje

—Vaya que has montado una buena ahí abajo

Era Bakugo.

No había vuelto a hablar con él desde que lo besó delante de todos así que no supo que contestar

—me da igual lo que hagas pero levanta pronto el trasero de donde estés  y ve a hablar con esos estúpidos, hacen mucho ruido

Fuerte [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora