La noche de chicas fue normal. Habían comido muchas palomitas, dulces hechos por Sato y chismeado mucho.
Ochako se mantuvo activa toda la velada, aunque intentaba disimular que su mente solo le daba vueltas a la velada con el cenizo
Mina la observaba con picardía, no le había contado a ninguna lo que había visto junto con Denki y Deku ya que no quería que se pasaran de chismosas y la agobiaran. Conocía a su amiga pero también a Bakugo, y si alguien lo presionaba demasiado podía explotar.
Habían quedado en ir la semana siguiente a comprarse los trajes para la ceremonia, así que aprovecharon la semana para hablar de conjuntos, maquillaje y zapatos.
Todas estaban nerviosas, habría prensa y todos sabían que la famosa clase 1-A sería el foco de atención.
Ochako estaba ansiosa. Deseaba que pasara ya y poder continuar con sus clases y estudios. Nadie quería recordar esos días, esas vivencias... Mucho menos que les hicieran preguntas... Pero era lo que tocaba.
Los profesores tampoco parecían contentos. Aizawa mantenía un perfil bajo pero todos sabían que no le gustaba nada la prensa y que todo esto era un fastidio para él. Present Mic, aunque intentara hacerlo divertido con sus chistes, se le notaba que tampoco quería ir, pero el que más entusiasmado parecía era Hawks. El pájaro se había adaptado muy bien a las clases, los hacía correr todos los días, flexiones y un conjunto de entrenamientos militares que estaban nutriendo sus capacidades en combate y sus músculos.
Era la clase preferida de toda la clase, menos de Mineta.
Ochako cada vez estaba más motivada, empezaba a acostumbrarse a ver a Hawks así. La verdad era que el pájaro lo hacía muy ameno, les hacía bromas y se relacionaba con ellos con mucho carisma y amabilidad.
Quién no se dejaba ver era All Might, al parecer el director le había pedido ayuda para prepararlo todo y estaba demasiado ocupado, así que sería extraño verlo.
En cuanto a los entrenamientos... Digamos que Ochako los utilizaba para enfadar a Bakugo, probarlo y, por supuesto, augmentar el control de sus habilidades. Le encantaba pelear con él y cada vez le cogía más gusto a sus rabietas. También los aprovechaba para acercarse a él y había descubierto que le encantaba esa nueva faceta de serio pero calmado.
En cuanto al cenizo, también estaba aprendiendo muchas cosas que antes no había podido apreciar. Ochaco era alguien con mucha memoria, ágil y demasiado escurridiza. Eso y las habilidades que estaba forjando la estaban convirtiendo en una heroína demasiado fuerte, y no sabía como sentirse.
Por un lado estaba ofendido por que una chica dulce, carismática y chillona como ella pudiera rozar su nivel, pero por el otro estaba orgulloso de ver cómo se estaba superando, volviéndose más dura y peligrosa.
Y es que, en verdad, le encantaba ver como su redondo rostro se ponía serio antes de atacar. Eso y que admiraba su notable capacidad de tomarse todo esto en serio, de no tener miedo.
Ochako llegaba a la enfermería muchas veces con las costillas magulladas, la cara sucia y heridas en los brazos, pero siempre con una sonrisa de oreja a oreja por haber conseguido tumbar una que otra vez al grandioso Bakugo.
Y ver esa sonrisa ponía demasiado feliz a Recovery Girl, que la regañaba pero siempre acababa dándole caramelos.
Y no era la única que se estaba acostumbrando a esta nueva rutina de entrenamientos, Kirishima lo notaba mucho más calmado y cansado, cosa que lo extrañó al principio y pensó que estaba enfermo, pero supo que era cuando oyó a Deku planear entrenamientos con Uraraka.
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Fuerte [Kacchako]
Aksi¿Ya había acabado la guerra? ¿Qué había pasado? Eso fue en lo primero que pensó Ochako al despertarse en el hospital. Un dolor intensó inundó su corazón al entender que quien la salvó estaba muerta. Se sentía débil, frágil... Completamente rota. ¿...