Capítulo 13

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Sus manos temblaron mientras le mandaba la ubicación de su casa

¡¿Qué estaba haciendo?! ¡¿Porqué estaba tan nerviosa?!

¿Podía ser porque no entendía su preocupación? ¿O eran todos los comentarios de Mina que estaban minando su cabeza?

-¡AAAAAA!-gritó tirándose contra un cojín mientras la espera se le hacía eterna

No le había dicho para que vendría, que iban a hacer, si irían a algún sitio... Así que estaba muy nerviosa, tanto que casi hace flotar todo el salón al oír el timbre

Al abrir lo vio con su característica pose de siempre, pero con una bufanda naranja muy bonita que cubría casi todo su rostro

-Hola- dijo lo primero que le vino a la mente y él pareció notarlo porque enarcó las cejas

-¿Vas a salir o que?

Uraraka dio un respingo- ¿Salir?- y Bakugo rodó los ojos

-¿Acaso eres tonta?

-¡No has dicho para que ibas a venir!

Volvió a rodar los ojos y entró a la casa

-¿Qué haces?

-No voy a quedarme fuera mientras me espero a que te abrigues, ¿Quieres que me muera congelado o que?

Uraraka cerró la puerta y se apresuró a coger sus cosas

Parecía molesto e impaciente, más que de normal, como si hubiera venido obligado y eso despertó su curiosidad

Salieron tan pronto como encontró una bufanda, el señor explosión no permitía que saliera sin una

-¿A donde vamos?

-¿Vas a estar hablando todo el rato?- bufó y giró por una esquina con brusquedad, ya llevaban unos veinte minutos caminando y se estaba impacientando, pero decidió no reprocharle, al final le estaba haciendo compañía

Se detuvieron delante de una casa muy bonita, el barrio en si lo era y ella estaba encantada viendo cada uno de los árboles llenos de nieve

Bakugo dio un paso hacia delante y entendió a donde habían ido, poniéndose completamente roja. De inmediato tomó su brazo y lo frenó

-¿Se puede saber que haces?- se soltó con brusquedad- la vieja se ha enterado de que estás sola y quería verte- bufó y abrió la puerta.

Así que eso era, pero no sirvió de mucho para su rojez cuando observó a Mitshuki detrás de su hijo con una expresión algo extraña

-S-señora Bakugou

-¡Ya te dije que no me llamaras así!- cambió su rostro a una cálida sonrisa- pasa, este maleducado te ha dejado en la puerta- y tiró de ella hasta el salón

-Y-yo, no quiero molestar

-¡Bobadas! Cuando me he enterado de que ibas a estar sola casi mato a mi hijo- golpeó su cabeza y él crujió los dientes- ¡Te habrías podido quedar aquí!

Uraraka enrojeció aún más y puso las manos enfrente de su cara- Nonononono, y-yo dije que no quería quedarme en ningún sitio

-¿Pero te lo propuso?

Ochako no supo que decir y Mitshuki volvió a golpearlo

-¡Estúpido niñato! ¡En todo lo que te ha ayudado este ángel caído del cielo y tú siendo tan desagradecido!

Pero antes de que Bakugo le contestara habló- ¡No! Él me ha ayudado mucho, de verdad, no pasa nada, no lo regañe

Mitshuki pusobotra vez la atención sobre ella y sonrió

Fuerte [Kacchako]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora