Había pasado un tiempo desde que desbloqueó sus nuevas habilidades. Iba a todos los sitios flotando para mejorar su resistencia, le ponía más peso a las cosas y a veces hacía flotar a más que otro compañero sin querer, pero había conseguido avanzar y mejorar.Como estaban en el segundo año tocaba trabajar con alguna agencia. Esta vez fue Aizawa quien, según los avances que habían hecho en las clases, seleccionó las agencias para cada alumno.
A ella le tocó Endeavor, siendo Todoroki su compañero.
Al principio no entendió muy bien porqué su profesor había elegido que fuera con el número uno; en su cabeza su lugar lo deberían ocupar Bakugo o Deku, los dos más fuertes de la clase, no ella, una enclenque que apenas estaba avanzando.
Pero ahí estaba, trabajando y patrullando para el número uno, un hombre imponente y duro que la veía con buenos ojos, ya que todos los héroes sabían la importancia de esa niña en la guerra, al igual que sus agallas, muy contrastantes con su personalidad.
Endeavor también se llevaba un poco mejor con su hijo, solo un poco, teniendo un mejor humor dentro de su tosquedad, así que aprovechaba el final de su tiempo en la agencia para ayudar a la muchacha con sus nuevas habilidades. Según él, Shoto estaba muy avanzado y tenía claro el límite de sus capacidades, algo muy importante para un héroe y que ella necesitaba dominar.
Al principio Uraraka se sintió extraña al ser tratada de forma tan atenta por el héroe y su equipo, pero pronto llegaron las agotadoras persecuciones para alcanzarlo, los regaños y entrenamientos interminables.
En resumen, llegaba agotada a su dormitorio todos los días, pero satisfecha por sus avances, esos entrenamientos la estaban ayudando demasiado, realmente se emocionó cuando consiguió controlar la gravedad de toda la inmensa sala de entrenamientos sin vomitar, aunque fueran solo unos segundos.
Se sentía bien, enfocada en su trabajo, aunque ver a tantos héroes y compañeros de batalla le hacía recordar todo el dolor, más cuando le repetían lo bien que lo había hecho contra Toga.
Estaba harta pero simplemente no quería hablar de ello, algo que le pasaría factura tarde o temprano.Hoy se había despertado muy nerviosa. El festival deportivo empezaba esa tarde y tenía muchas ganas de ponerse a prueba y ganar.
Desayunó tomándose su tiempo, hacía ya unas semanas que apenas podía digerirlo porque se levantaba demasiado apurada para las clases, estaba realmente cansada.
Miró a su alrededor, todos estaban emocionados
—¡Este año te ganaré!— le decía Deku a Todoroki, este le contestó con una sutil sonrisa
—Ya lo veremos, yo también me he hecho más fuerte
Un bol de frutas aterrizó bruscamente en la mesa. Dio un brinco y miró al causante de tal sonido, un malhumorado y ojeroso rubio cenizo
—¿Qué miras cara redonda?— vaya, estaba molesto, que sorpresa
Uraraka hizo una mueca, desde que empezó con Endeavor no se había cruzado apenas con él, todos comían en las agencias y se veían solo en los dormitorios. Realmente estaban ocupados.
Le entró curiosidad al ver esas ojeras tan pronunciadas
—¿En que agencia te ha tocado?
Dio una rabiosa cucharada al cuenco
—Con Best Jeanist ¿Quién más sino?
Sonrió con melancolía al recordar sus tardes junto al héroe en la sala de observaciones y deseó volver a verlo tanto como a Mirio
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Fuerte [Kacchako]
Aksiyon¿Ya había acabado la guerra? ¿Qué había pasado? Eso fue en lo primero que pensó Ochako al despertarse en el hospital. Un dolor intensó inundó su corazón al entender que quien la salvó estaba muerta. Se sentía débil, frágil... Completamente rota. ¿...